La flor de las aliagas es amarilla, preciosa, parecen ramilletes esparcidos a los lados del camino, pero esconden pinchos detrás de cada una de ellas. Así pasa en la vida, no todo lo hermoso y llamativo que encontramos es bueno, a veces esconde dolor.
Sabes en el viaje a Argentina me llamó muchísimo la atención el amarillo tan bonito que tenía era distinto al que se ve por aquí.
ResponderEliminarQue razón llevas, a veces lo bueno va acompañdo de dolor.
Besos
Chelo, ahora pronto subirán las colmenas de las abejas y siempre hay grupos revoloteando por las aliagas y demás flores del camino ... a mi me dan mucho respeto, por no decir miedo !! Cuando veo ese amarillo intenso ya temo a las abejas.
ResponderEliminarQue gracia,Trimbolera y Chelo,leyendo lo vuestro y Trimbolera nombrando las abejas y mira por donde hay un poema de,Gloria Fuertes.
ResponderEliminarEn medio del prado
hay una escuela
adonde van las flores y las abejas,
amapolas y liríos,
violetas pequeñas,
campanillas azules,
que,con aire,suenan.
En medio del prado
hay una escuela
y una margarita
que es la maestra.
¡¡ Que bonita paz !! Eres la lucecita de este blog que nunca se apaga. Gracias amiga.
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