LA CASEROLA de mi abuela Pabla.

Tengo tres, dos de mi abuela y una más grade de esta casa. Se llaman caserolas, con "s". Las traían de Francia y había en casi todos los hogares, como ahora la olla exprés. Son de hierro y tienen tres patas con el fin de ponerlas encima de las brasas. Mi madre, al usar cocinilla de leña mandó cortar las patas. Después se quedaron relegadas ante el empuje de nuevas cazuelas, nuevos fuegos ... en el olvido, en un rincón. Años más tarde, cuando se le empezó a dar valor a lo antiguo, salieron del fondo de los trasteros para ponerlas de adorno en el mejor sitio de la casa. Tengo una con patas al lado de la chimenea. Pero ... un buen día se me ocurrió guisar, para los dos, unas alitas de pollo en la más pequeña de yaya Pabla, en la vitrocerámica, menudo contraste!... ¡¡Que delicia!! ... ¡¡Que aroma a casero!! ... Después fue conejo, ternera, costilla de cerdo ... Todo tiene un sabor diferente. Y es que todo a la plancha ... también cansa ... ¡¿ a que sí ?!