La cola de coches que hay siempre aparcados a la entrada de Lanuza, son casi todos de los dueños que han ido a comer o cenar al Frondón. Se disfruta con los platos elaborados o tapas buenísimas de las que entran por los ojos. Tomar un café mientras charlamos, jugar al guiñote, ver la tele o leer la prensa son cosas sencillas de las que no podríamos ya prescindir. Tienen en el bar una tabla rescatada del pantano que con solo mirarla habla de nuestra historia y al lado los palos del Palutiau de Lanuza. El Frondón lleva el nombre de la montaña más nuestra, por algo su dueño ha nacido aquí y tiene bien recorrido cada palmo de su tierra con escopeta de caza, caña de pescar o moto. Ahora ya tiene quién siga sus pasos y no tardará mucho porque ya empieza a andar solo, para regocijo de toda la familia.
" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)
8/5/11
RESTAURANTE EL FRONDÓN en Lanuza
La cola de coches que hay siempre aparcados a la entrada de Lanuza, son casi todos de los dueños que han ido a comer o cenar al Frondón. Se disfruta con los platos elaborados o tapas buenísimas de las que entran por los ojos. Tomar un café mientras charlamos, jugar al guiñote, ver la tele o leer la prensa son cosas sencillas de las que no podríamos ya prescindir. Tienen en el bar una tabla rescatada del pantano que con solo mirarla habla de nuestra historia y al lado los palos del Palutiau de Lanuza. El Frondón lleva el nombre de la montaña más nuestra, por algo su dueño ha nacido aquí y tiene bien recorrido cada palmo de su tierra con escopeta de caza, caña de pescar o moto. Ahora ya tiene quién siga sus pasos y no tardará mucho porque ya empieza a andar solo, para regocijo de toda la familia.
La cola de coches que hay siempre aparcados a la entrada de Lanuza, son casi todos de los dueños que han ido a comer o cenar al Frondón. Se disfruta con los platos elaborados o tapas buenísimas de las que entran por los ojos. Tomar un café mientras charlamos, jugar al guiñote, ver la tele o leer la prensa son cosas sencillas de las que no podríamos ya prescindir. Tienen en el bar una tabla rescatada del pantano que con solo mirarla habla de nuestra historia y al lado los palos del Palutiau de Lanuza. El Frondón lleva el nombre de la montaña más nuestra, por algo su dueño ha nacido aquí y tiene bien recorrido cada palmo de su tierra con escopeta de caza, caña de pescar o moto. Ahora ya tiene quién siga sus pasos y no tardará mucho porque ya empieza a andar solo, para regocijo de toda la familia.
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