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| Empiezo por pisar hojas y más hojas... |
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| ... y me sorprendo al ver tres pequeñas trimboleras. |
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| Los ciruelos visten de granate ... |
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| ... y las hortensias siguen floreciendo. |
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| Mirando La Garisea a través de los pinos. |
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| Esta hermosa begonia luce sus flores |
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| El río Aragón baja ya el agua-nieve de las puntas. |
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| El polémico monumento a la Jacetania de Orensanz |
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| Nuestro huerto. |
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| Los glacis siempre verdes y Oroel con la boina. |
Con el móvil ...
Ya sé que los áboles pelados quedan un poco tristes, pero los pasos crujiendo sobre el manto de hojas y el color que van cogiendo, del dorado al amarillo es impagable. Y el olor, el olor de las hojas caidas es olor a la savia que sigue alimetando al árbol, huele a la primavera que se prepara. Me gusta el otoño,tiene su encanto. ¿Por qué hubo polémica con el monumento?, imagino que no habrá gustado a todos, como ocurre casi siempre.
ResponderEliminarEs preciosa tu descripción del otoño.
ResponderEliminarLa polémica sobre el Monumento a la Jacetania vino cuando lo trasladaron, de la plaza de Biscós (céntrica) a la otra punta de Jaca (afueras). Orensanz, el autor, protestó diciendo que esa no es la ubicación para la que fue concebido, lo hizo varias veces.
Gustar ... gustar ... tampoco gustó mucho, la verdad, es demasiado grande, pero el sitio era más apropiado en la plaza.
Siento discrepar con el autor, para el tamaño que adivino por la foto o la plaza era inmensa o no lucia y ahora en espacio abierto debe de lucir mas.
ResponderEliminar¿Qué paso, Paz, con el sacacorchos de Begoña?, que en Pumarín esta mucho mejor
Con tus paisajes me has añadido un pecado nuevo...la envidia, cada vez que los veo pienso que estóy haciendo aquí?... debería vivir más en contacto con la naturaleza. Gracias por permitirme gozar de ellos. Besos Martha.
ResponderEliminarGracias Martha. Un beso.
ResponderEliminarLuis, lo que pasó es que en la plaza hicieron un aparcamiento subterraneo, pero ya estábamos acostumbrados a ver el gigante de hierro. La plaza es grande.
ResponderEliminarEn Gijón tenemos polémicas esculturales cada dos días. El sacacorchos está mejor porque se ve menos (opinión personal) y no pegaba mucho en Begoña, no. Pero la más gorda creo que fue con el Elogio del horizonte, de Chillida, llamado de muchas otras formas, como el water de King Kong, y ahora, mira por donde, es uno de los símbolos de la cuidad y se usa como logo de Gijón.
ResponderEliminarSe usaba Paz se usaba. Tu homónima alcaldesa tenía muchas ganas de cambiarlo y cuando el Gordo ya no fue candidato lo cambio por las letronas.
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