"A nadie amarga un dulce". Un caramelo en el bolsillo te saca de mil y un apuros: tos rebelde e inoportuna, distracción en la soledad de un paseo, compartir con la compañía, un mal-estar desconocido o simplemente porque apetece. Son como las sonrisas de las horas. Son los premios de los niños y de los abuelos. Nunca tan poca cosa ha sido tan gran recurso.
Los caramelos surgen ante la necesidad del hombre de encontrar un alimento ligero que sirviera para largos viajes. Ya en tiempos de Noé, preparaban una pasta con pulpa de fruta y cereales. Los egipcios añadieron miel, pero fue en la India donde se descubre el uso del azúcar para elaborarlos. Su nombre procede del descubrimiento de la caña de azúcar o caña de miel que en latín se denominaba "canna melis". Fue en 1850 cuando Estados Unidos comenzó la producción industrial, en España no se aplicó hasta 1930.
El 8 de marzo hará dos años que llevo un montón de caramelos en el bolso que transporto en bandolera; antes echaba mano constantemente de ellos y me los iba comiendo, ahora ya no lo suelo hacer. Motivo, ese día dejé de fumar y me aconsejaron que llevara frutos secos, caramelos o similares para cuando sintiera la necesidad de fumar lo compensara con otra cosa.
ResponderEliminarNo he vuelto a fumar un cigarro. Lo de Noé no lo conocía, y eso que cuando el arca consiguió llegar a tierra firme, me tocó limpiar todas las cagarrutas que habían dejado todas las especies del Universo.
A mi me gustan todos los caramelos en especial los de menta, es interesante su origen nunca me habia planteado de donde venian.
ResponderEliminarº° ✿彡
ResponderEliminarOlá, amiga!
Os caramelos adoçam a vida, mas não gosto deles.
Prefiro flores, elas me deixam realmente feliz.
Bom domingo! Boa semana!
Beijinhos do Brasil
✿ °•.¸
¸.•°♡⊱彡
Buenasssssssssssss!!!! Me gustan los caramelos pero no los como por las posibles caries... es que ir al dentista es IMPOSIBLEEEEEEEEEEEE!!!
ResponderEliminarMuy buena entrada Trimbo!!!
Los caramelos solano rellenos de chocolate son una de las mejores cosas del mundo. Lo bueno es que estan rellenos de un chocolare rallado con leche que hace que el caramelo en si no sea tan empalagoso.
ResponderEliminarA cualquier hora del dia, si necesitas un poco de azucar para seguir adelante, nada mejor que darte un pequeño placer en forma de caramelo.
Mmmm…… toma uno y endulzate el día
jajajaja acabo de leer pulga de fruta en lugar de pulpa de fruta. Ya ves, los ojos a una a veces le juegan malas pasadas.A mí me gustan los e piñones, con ese acabado sabor a resina.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy curiosa tu entrada Trimbolera, yo siempre tengo caramelos a mi alrededor, pero es raro que me coma uno, será porque reparto muchos...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte amiga.
¿Y los adoquines?,recuerdo tenerlos que partir con una piedra para compartirlos con mis hermanas.
ResponderEliminarTrimbolera tu blog me está resultando un "activador de recuerdos" a la memoria viene en primer lugar mi querido padre, siempre en los bolsillos y también en sus "lugares secretos" tenía caramelos de menta, cuando eres niño la menta no gusta mucho, así que no había peligro de un atracón y que menguasen sus caramelos.
ResponderEliminarAl nombrar Aurora los caramelos de piñones, esos también formaron parte de mi infancia, el señor Emilio (vecino) siempre llevaba alguno por sus bolsillos, te los daba siempre a cambio de un beso, uyyy.... otro recuerdo en el tren cuando iba con mi abuela a Vitoria en Logroño subían unas señoras con unas cestas y siempre caía una bolsa de caramelos de café con leche, eran riquisímos ... que gracia, vienen los recuerdos dulces en tropel, ahora los niños comen otro tipos de "dulzainas".
Abrazos
Concettina
Si es que los recuerdos acuden en tropel cuando ven la puerta del alma entreabierta y, además, los recibimos con los brazos abiertos.
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