En las casas se guardaban un poco de esa lana para sus
necesidades, primero la lavaban en el río, luego la cardaban, la hacían en
copos, esto era manojos de lana muy fina y alargados, la ponían en la rueca
para hilarla, la rueca era un palo de un metro y en la punta tenía una anilla o
una V, donde quedaba el copo cogido, con una mano iban tirando de la lana y con
la otra le daban vueltas a un palo que se llamaba el “huso”, donde quedaba en ovillos.
Con este hilo las mujeres hacían toda clase de prendas, todas, y lo que no
podían hacer, como las mantas, mandaban el hilo a los tejedores para que lo
hicieran, en Gavín había uno. Las mujeres, hacían estos trabajos en el
invierno.
Ellas eran la
salvación de las casas en el Pirineo. Se iban los maridos con las ovejas a la
tierra baja y se quedaban al cargo de todo, abuelos, animales, críos, y con
pocos medios, se ganaban la
Gloria , (Recuerdo a Cándida de casa de Cayetano, subir por la
calle con dos pozales llenos de comida para los tres cerdos que tenían, la casa
la tenían junto a la carretera y la cuadra en la Corralata , aún está el
solar, llegaba doblada, esto lo hacía mañana y tarde). Aparte, tenían que ir a
lavar la ropa al lavadero o al río, que en pleno invierno se chupaban los
dedos.
En los primeros días del mes de octubre, se les ponía a
las ovejas una marca con enrroya (polvos rojos), lo mismo que con la pez, cada
casa tenía la suya, en mi casa era un punto mas atrás de los riñones y otro encima
de la cola, a continuación, ya se habían separado antes, se escodaban las
corderas que se dejaban para vida, aquella noche se pelaban con agua hirviendo
las colas, una vez limpias, se colgaban en la falsa en una cuerda para su
secado, otra clase de alimento para el invierno, se hacían con arroz y patatas,
están riquísimas, estas colas se llamaban ¡carne viva¡ porque el animal seguía
vivo.
Las ovejas, según la edad, se llaman, corderas a las de un
año, borregas a las de dos, primalas a las de tres, cuatromudadas a las de
cuatro, frescuadas las de cinco y cerradas al resto, excepto a las viejas que
se destinan para la carne que se llaman carniceras, con estas se hacía un sólo
rebaño para los dos pueblos, Lanuza y Sallent, se llevaban al monte de las
Corbas para que se engordaran y poder sacar más dinero en la venta. En el mes
de octubre, se mataba una de estas carniceras para consumo de la casa, porque
en este tiempo ya se había terminado la conserva y restos de los cerdos.
Se aprovechaba todo, se hacía morcillas, chiretas con las
tripas, el albillo, (intestino grueso lleno de retajos de la oveja), las
piernas y espaldas se salaban para cecina, la cabeza se cocía y luego refrita
con cebolla, era otro plato para la cena, también se hacia para cenar la
mayoría de los días, sopas con patatas y una tortilla con huevos de las propias
gallinas, otro producto ecológico y natural, por la comida y por estar todo el
día en la calle picando lo que les gustaba, eran dos platos típicos de la
montaña.
Yo he visto hacer en mi casa a gentes que venían de fuera,
para eso, hacer fideos para la sopa. Sí, llegó a faltar alimentos como el
aceite, azúcar, arroz, latas de tomate, recuerdo ver una cartilla de racionamiento para cada
familia donde el tendero apuntaba lo que te vendía, digo todo esto para que
veáis que hoy se está viviendo no en la abundancia sino en el despilfarro total
, tirando la mitad de las cosas sin darles ningún valor, ¡Dios quiera que siga
así!
Aquí está el mejor
guardián de las ovejas en el Pirineo, nunca las dejaba y ellas pastaban junto a
él. ¡EL MASTÍN DEL PIRINEO!.
Mastín del Pirineo Oveja Churra Tensina corderas
Fotos hechas en la feria de Bisecas , Octubre 2009 .
Ahora que estamos en Navidades 29 /12/2009, y siguiendo con
las comidas, para Noche Buena se cenaba, como plato fuerte, conserva de cerdo
con patatas fritas si quedaba en algún culo de las perolas y sino pollo o
conejo, hasta que llegó el lomo de cerdo fresco, que empezó a sustituir algún
plato. La Noche Vieja ,
tan apenas se celebraba, en mi casa el que estaba seguro, era un besugo para
Noche Buena, si mi padre había podido subir de tierra baja y el pollo en guiso
el día de Reyes, era su santo, Melchor. Los turrones nunca faltaban, de jijona,
blando y duro, de yema tostada, de guirlache, de mazapán con frutas, y respecto
a los Reyes Magos, siempre llegaba algo, muñecas para las chicas y caballos de
cartón para los chicos, lápices, cuadernos, gomas, canicas que yo aun las
guardo parte, y ya con 11 años me llegó el primer reloj, un Certina que le
costó a mi padre 1.300 pts., y al año siguiente, o sea en el 56, una bicicleta
Orbea, que está en el trastero.
Con la nieve que entonces caía, que era bastante más
cantidad que la que hay hoy, 17/01/2010 y hay mucha, recuerdo, que estando yo
en el Instituto en Sabiñánigo, 1955-56, bajé varias veces a coger el coche de
línea a Biescas andando, porque de allí no pasaba, nada se hacía cuesta arriba,
es más, había que hacerlo así y se hacía sin protestar, con menos medios se
vivía, no se si mejor o peor, creo que con menos estrés y menos avaricia.
Cuando conseguía llegar al puente de Escarrilla con nieve, desde allí, se daba
la vuelta el autobús, había unas curvas muy cerradas, hoy en desuso, que no las
pasaba, hasta allí bajábamos a buscar el pan al hombro para toda la semana, el
cartero la correspondencia, y varias veces los vecinos de Sallent y Lanuza
limpiábamos la carretera con palas, hoy no se limpiaría, tenemos todos muchos derechos
y pocas obligaciones. ¡Que a gusto hubiéramos cogido algún par de esquís de los
que ahora se tiran en los contenedores!, los hacíamos de tablas y correas
clavadas con clavos y remachadas por debajo ¡como saltábamos las paredes de los
campos!¡ Que tiempos aquellos!
Casi todas estas labores las he visto yo en el pueblo de mi padre, aún recuerdo a los pelaires seleccionando la lana que luego iba a ser tejida y el varear la lana de los colchones para que quedaran más sueltos y mullidos.
ResponderEliminarMe ha encantado tanta sabiduria y vida,. Muchas gracias.
ResponderEliminarPor relatos tan impresionantes como estos, yo siempre me he declarado admirador de un modo de vida, unos valores y unas costumbres que se fueron y no volverán.
ResponderEliminarGracias por compartir estos documentos de valor incalculable según vaya pasando el tiempo.
Saludos.
Querida trimbolera: Me encantan esas experiencias que espero no se pierdan como ejemplo a las nuevas generaciones. Por muchas nuevas tecnologías que vengan a suplantarlas no será nada tan perfecto como ese trasquilar a mano a las ovejas y otros al uso.
ResponderEliminarEs precioso todo lo que cuelgas en el blog.
Me haces sentir con la ilusión de que personas como tú hacen falta para dar alegría a las ciudades dormidas y contaminadas.
Gracias por todo lo que me aportas refrigerando mi ánimo a pensar que aun estamos a tiempo de cambiar muchas cosas en beneficio de todos.
Un biquiño,
Rosa María Milleiro
Que interesante todo lo que cuentas. Besos.
ResponderEliminarEs muy interesante e importante. Estas cosas, sino es así, se pierden.
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