LAS MULAS Y
MACHOS.
Machos para la venta en la
feria de Huesca, años 1928-30
Mulas para la venta en la misma feria
Los machos estaban domados para
el trabajo, las mulas no. Foto de la Diputación Provincial
de Huesca.
Hasta los años 1962-63 se recriaban mulas, (mula o macho
es el animal del cruce del burro con la yegua), en mi casa las últimas las
vendimos en la primavera del 1962, eran tres y las había comprado mi padre en noviembre del 60, por tenerlas casi dos años le pagaron cinco mil pesetas por
mula, o sea ( 30 € ). Me acuerdo que las
bajé andando, yo sólo, a embarcar al tren a Sabiñánigo el día 21 de Mayo de
1962, no había tanto coche como ahora.
Se compraban en las ferias de Jaca y Huesca, eran el 18 de Octubre en
Jaca y 20 de Noviembre en Huesca, o también años atrás en Francia. De 6 ó 7
meses, se llamaban lechalas, tiempo que las destetaban de sus madres; a los dos
años sobrañas y a los tres trentenas, que es cuando se vendían.
El comprador
las llevaba a las tierras donde había mucha viña, como en Castilla, Talavera de
la Reina ,
Tomelloso. Las empleaban para labrar, que formales eran las personas en
aquellos tiempos, se las llevaban sin pagar y desde su origen hacían el pago,
cuando cerraban el trato y se daban la mano, ese gesto era una escritura, nunca
pasó nada raro. Recuerdo un año, que había en mi casa cuatro mulas para vender,
esto era en el mes de octubre, eran preciosas, estaban gordas, se decía que no
hay animal feo si está gordo, llegamos con mi padre al pueblo con los machos
cargados de patatas y en la entrada, concretamente en la cuadra de Laguna,
había un comprador tratando con el Sr. Emilio sus mulas, estos habían visto las
nuestras y las querían, nos pararon porque conocían a mi padre, para que les
ayudara a cerrar el trato, pero el tema era otro, que en mi casa había otro
comprador esperando que llegara mi padre y ellos lo sabían, como no lo dejaban
salir, mi madre, vino a buscarlo con el pretexto de que los machos estaban
cargados y había que descargarlos, pero lo que ella quería era decirle a mi padre
que lo estaba esperando otro comprador. Llegamos a casa y lo primero que le
dijo el comprador a mi padre ¿Cuánto valen las mulas?, no recuerdo el valor que
le pidió pero no olvido que las compró.
Solamente se tenían
para recriarlas y ganar dinero en la venta, el año que las cosas iban bien. Mi
padre un año compró cuatro en la feria de Huesca a finales de noviembre a
14.900 pesetas y las vendió dos años mas tarde a 15.000, si se podían vender en
casa, la cosa iba bien, pero si se bajaban a Huesca para la feria, había pocas
ganancias, con esto se demuestra que no se ganaba siempre y no teníamos otro
jornal, nada más que la venta de varios
productos, éste, algún ternero, los corderos y algún macho de trabajo, para que
veáis que el dinero estaba escaso. En mi casa en el año 1967, nos quedó netas,
140.000 pesetas, ese fue el salario de dos personas durante un año y sin
vacaciones, nadie nos mandaba, pero el trabajo había que hacerlo. Este dato es
solamente de la venta de terneros, ya no había ni ovejas ni mulas, aparte
estaría la venta de algún vagón de patatas, que no recuerdo el precio.
En Lanuza solía haber unas 80 mulas, cuarenta lechalas y
cuarenta sobrañas. Los machos se compraban uno cada año, éstos eran para
trabajar con ellos en casa, y se vendían a los cuatro años ya preparados para
toda clase de trabajos. En mi casa había dos, uno joven y el otro ya enseñado
siempre tenia un año más; en las casas que solamente tenían uno, se juntaban
con el vecino y un año vendía un vecino y al año siguiente el otro.
Estos animales eran
el sustento de la casa, con ellos se llevaba el estiércol a los campos, se
labraba, se traía la hierba, la leña para el invierno y todo a carga. Más
adelante contaré como se hacían estos trabajos. Hoy han desaparecido los
machos. El término Municipal de Lanuza, era bastante pendiente y no se podía
poner maquinaria, en pocas zonas hubiera llegado la maquinaria, Campollano, Plan
de Betato, la zona del pueblo y los Estachos. Eran caminos malos y pendientes,
había varios empedrados, los machos había que herrarlos, esto era ponerles
herraduras en las patas porque sino se les rompían los cascos, lo hacía el
herrero de Sallent, (Guadioso).
En una ocasión, bajábamos a la feria de Biescas, 15 de
Noviembre, varios machos para vender, todos de Lanuza, uno de ellos de casa de
Navarro, un macho bayo ( color naranja) muy fuerte de genio, como los
compradores los tocaban antes de comprarlos y éste no se dejaba, se le ocurrió
a José, su dueño, que antes de llegar a Biescas ponerle una inyección para que
estuviera tranquilo en la feria. Paramos en una curva y preparamos la
inyección, le pusimos el torcedor en el morro, (el torcedor era una herramienta
compuesta de un trozo de palo con un agujero en una punta donde se pasaban unas
cuerdas, se le cogía el morro se
retorcían, y no había animal que se moviera), cuando íbamos a pincharle, llega
un coche y para junto a nosotros, nos pregunta por los machos que íbamos a
vender. No compró ninguno, la inyección se fue por el bolsillo y José jurando
en hebreo. Estaba prohibido. Lo vendió pero mas
barato de su valor, cosas del ganado.
Solían venir dos tratantes a finales de agosto, a comprar
los machos mejores que encontraban, les tenían que gustar mucho, ahora, al que le echaban el ojo, ya les podías pedir lo que
quisieras, que se lo llevaban, Paco y Agapito de Logroño. Lo mismo hacía un
navarro con las vacas, Domingo del pueblo de Elizondo, venía la segunda
quincena del mes de agosto de veraneo a Sallent , por las mañanas subía al
puerto a ver las vacas, la que le gustaba, le preguntaba al pastor de quien era
y tomaba nota para luego en el pueblo comprarla. Recuerdo un año que le echó el
ojo a una vaca con su cría de casa el Herrero, le costó varios viajes
a Lanuza porque no querían venderla, pero al final se la llevó. Este
año conocí yo el valle del Baztán y el pueblo de Elizondo, es una preciosidad.
¡Que bonito era ver entrar las mulas y las vacas en el pueblo por la calle
principal cuando venían del monte! Cada una sin tocarlas se iba a su cuadra.
Querida amiga, ¡como me gusta esta página! es importante recordar estas cosas da historia de los pueblos y de las familias para que no se pierdan, lo cuentas con mcho detalle y es una gozada leerte.
ResponderEliminarAquí,en las ferias de ganado (eran famosas en Santiago de Compostela, que se celebraban en la Alameda, que estaba en medio de la ciudad), generalmente de vacuno, era interesante ver tratar a los paisanos la compra venta de las reses, que al final, igual que lo que tu cuentas, se "firmaba" con un apretón de manos. Ahora las grandes ferias de ganado se celebran en las afueras de las ciudades y pueblos y han perdido parte del encanto.
Espero que nos cuentes más cosas de este tipo. Un abrazo.
Pues sí que seria bonito ver entrar todos esos animales en el pueblo.Y qué curioso,cada uno se iba solo a su cuadra.
ResponderEliminarMªAngeles.Alicante.
Me gustan estas historias que detallas del alto Aragón. Son fascinantes y muy bonitas de leer, y por supuesto a ti para recordar grandes momentos de tu vida.
ResponderEliminarBesicos.
Muy interesante por lo que nos cuenta, por lo refleja... por todo.
ResponderEliminarAcabo de entrar después de estar unos días de vacaciones, y veo que vas poniendo escritos de Marcos. ¡No me digas que escribía todo esto!¿Oh, cómo era...!Una maravilla leerlo! Y por supuesto, recordarlo a él.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Que bonito recuerdo! Me encantas todas las historias de nuestro pasado.
ResponderEliminar5.000 pesetas en aquellos tiempos eran una fortuna y, no hace mucho también lo eran.
Muy buena la foto de las mulas.
Un beso
Me gustan mucho todas estas historias del pasado que además para mí que soy de playa me son totalmente ajenas, pero si que me resulta muy interesante conocer la vida de otros pueblos totalmente distintos al mío.
ResponderEliminarYa veo que el tema de la escritura se os da muy bien en esa familia porque tanto Marcos como tú escribís con una claridad y amenidad dignos de admiración.
Por favor sigue deleitándonos con estas historias.
Un fuerte abrazo desde la otra punta en un día de mucha lluvia.
Me parece que no teneis mas remedio que editarlo pues es un documento histórico muy valioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Como te dice Chelo, deberíais de editarlo, son las costumbres, que muchos no han conocido y estan muy bien relatadas.
ResponderEliminarEl ser tu propio dueño te hace trabajar más para que el negocio tire para adelante, lo sé por experiencia...Mucho trabajo y poco descanso.
Un beso.
Leo todos estos escritos con mucho interés.
ResponderEliminarMe traen muchos recuerdos de mi infancia que tenía olvidados. Nuestros pueblos están bastante alejados, pero muchas de sus costumbres eran muy parecidas.