Es verdad. Yo siempre le pido a mi Cristo de la Catedral que les diga cuánto las quise y qué poco se lo supe demostrar. Allá donde estén, creo que lo saben. Pero me duele el corazón.
No llores por lo que pudo ser y no fué. Si aún estamos a tiempo de solucionarlo hay que hacerlo. Si ya no se puede hay que asumirlo. El estar machacándose por aquello que no hicimos o dijimos produce un estado de ansiedad constante que merma nuestras defensas y reduce la calidad de vida. El valor de la vida está en aceptarla y en manejar los sentimientos para crecer y no para fenecer.
Esos rayos solares que se escapan entre las nubes y llegan a iluminar tan bellas palabras.
ResponderEliminarY por mi parte, hago mías esas otras palabras: Solo me arrepiento en esta Vida, de las cosas que he dejado de hacer.
manolo
La fotografía es preciosa, y las palabras sabios consejos. Me ha gustado mucho amiga. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarEs verdad. Yo siempre le pido a mi Cristo de la Catedral que les diga cuánto las quise y qué poco se lo supe demostrar. Allá donde estén, creo que lo saben. Pero me duele el corazón.
ResponderEliminarCallamos muchas veces Ángeles y después nos pesa.
ResponderEliminarNo llores por lo que pudo ser y no fué.
ResponderEliminarSi aún estamos a tiempo de solucionarlo hay que hacerlo. Si ya no se puede hay que asumirlo.
El estar machacándose por aquello que no hicimos o dijimos produce un estado de ansiedad constante que merma nuestras defensas y reduce la calidad de vida.
El valor de la vida está en aceptarla y en manejar los sentimientos para crecer y no para fenecer.