H. Lanuza XVIII (Marcos)

                                 

REVERSIÓN. AÑO  1988

El artículo 54 de la Ley de Expropiación Forzosa de 16 de Diciembre del año 1954, dice: “cuando se expropia un bien para un fin y ese bien no se emplea para el fin que se expropió, tendrá que ser devuelto al antiguo propietario”. Eso ha ocurrido en Lanuza pero, parte de lo que ha sido revertido, fue vendido libremente, aunque la Ley dice que al expropiar más de la mitad del pueblo están obligados a comprarlo todo, pero sí no hubieran querido devolverlo, como en otros sitios, no lo tendríamos, ésto es desde la fuente hasta casa de Sillué  y la cuadra de la era de mi casa, que eran los edificios más altos.

Las compuertas las cerraron el seis de Mayo de 1976.

Estuvimos un año viendo subir el agua, aunque no llegaba al pueblo porque los de Sallent no se habían arreglado. Había muerto Franco. No dejaban llegar el agua al cementerio y seguían enterrando. Llegaron a estar muy mal con los peritos de Confedaración. No les daban ni sillas para sentarse cuando subían a tratar con ellos. En una ocasión el Alcalde Toñín de casa Don Jorge, en una entrevista que le realizó el periódico Andalan, 28/11/1980 dijo: “El agua puede arder”. Como no se ponían de acuerdo y el Ayuntamiento no le cedía a la Confederación terreno para hacer un cementerio nuevo, les hicieron uno en unas fincas que habían sido de Lanuza, el que está en la actualidad. Más adelante, no sé la fecha, intentaron sellarles el antiguo con varias cubas de hormigón. Tampoco lo consiguieron. Tuvieron que echar el hormigón debajo de la carretera en una finca cercana.

En otra ocasión y probando los ánimos de las gentes de Sallent, les cerraron las compuertas de la presa y el agua empezó a subir, bajaron un grupo de personas (unas 50 o 60), y obligaron al guarda de la presa a que abriera las compuertas, cosa que así hizo. Llegó la Guardia Civil, varios números con metralletas en mano para desalojarlos, pero el Alcalde Sr, Sancho, les plantó cara. Le pusieron la pistola en el pecho y les dijo “ ¡Si tienes valor dispara!” ( en otras palabras). Al día siguiente lo llamaron a él y a otros vecinos al Juzgado de Jaca. No sé la sentencia pero las compuertas no las volvieron a cerrar hasta el día 7 de Julio de 1988 que llegaron a un acuerdo el Ayuntamiento de Sallent, el Presidente de la Confederación y creo que el Gobernador de Huesca, estableciendo la cota de 1.275,50  para máximo embalse en explotación y la de 1.276,50 para prevención de avenidas. También acuerdan señalar como cota límite de expropiación, la de 1.278,50, y que a partir de ésta se estudiaran las posibles reversiones.

Gracias al coraje de estas gentes de Sallent, los vecinos de Lanuza hemos podido volver a nuestro pueblo. GRACIAS  SALLENUTOS.

Los de Lanuza, íbamos siguiendo la altura del agua del pantano y como en Sallent estaban fuertes, las cosas habían cambiado, sobre todo la política nacional, un grupo de vecinos nos reunimos en Sabíñanigo, quince, y decidimos formar una asociación de Antiguos Vecinos de Lanuza, (Hotel la Pardina 15 de Abril de 1989), porque creímos que desde la plaza, cota 1281, podía ser revertible. Los vecinos que tenían las casas por debajo, no quisieron entrar, aunque les ofrecimos el solar de la casa del cura, el huerto y alguno más que buscaríamos. Así lo escribimos en los estatutos. Más adelante entraron ocho más.

Así empezamos a remover papeles, hacer viajes a la Confederación,  a enviar solicitudes hasta que en el mes de Junio de 1988, aprobaron la reversión de la zona de la Articabuena. No dejamos ni un palmo por pedir, llegamos a pensar que la Confederación nos hizo una prueba al sacar solamente esta zona en reversión por que nosotros pedíamos todo lo que había quedado fuera del agua y siempre por encima de la cota 1281, hasta el perito que subió a tasarlas se extrañaba que pidiéramos esas fincas, que ya no había ni caminos para llegar a ellas, aparte estaban llenas de zarzas y malezas, las vería muy mal porque les puso un precio bajo, 12 pesetas el metro cuadrado.

 Sabíamos que Lanuza tenía muchos novios, la Once, algún sindicato, algunos particulares y hasta un ciudadano Israelí, que después de estar en el Gobierno de Aragón, en la Confederación, llegó a nosotros solicitándonos la compra de los derechos de reversión.

Nadie pensó en vender nada. Seguíamos haciendo viajes a la Confederación. Matías de Anchaime era el Presidente, Angel de Petro era el Secretario, y yo, Vicepresidente, nuestra misión era pedir más reversiones. Hasta donde llega la mala fe de algunas personas, que sabiendo lo que el Presidente de la Confederación había firmado en el año 1988, y teniendo el cargo que tenía de Secretario General, D. Mariano Barrera, nos dijo que en EL PUEBLO NO ENTRARÍAMOS NUNCA. No supimos ni contestar. Salimos  con las lágrimas en los ojos. Ya lo conocíamos cuando la expropiación, el día que se jubiló le harían algún monumento. No sé si habrá visto el pueblo de Lanuza rehabilitado, si lo ha visto ¿qué habrá pensado?.  A veces nos creemos dioses y somos una basura. Suerte, que detrás de los “dioses” hay personas con conocimientos.

En otro intento fuimos a visitar  a otro perito, Sr, Zarazaga; le explicamos el motivo del viaje, el tejado de la Iglesia había empezado a hundirse, si caía detrás bajarían las paredes, y eso si que nos dolía a todos los vecinos, con los sudores que les costarían a nuestros abuelos el levantarlas. Le pedimos la reversión, así, por lo menos, tendríamos un edificio para juntarnos. Después de escucharnos sin decir nada, nos dice, si pedís solamente la Iglesia, SOLAMENTE, yo haré un informe favorable, pero me tendréis que traer la renuncia del Obispado de Jaca de los derechos de reversión. Gracias D. Eduardo. Salimos de su despacho, como críos con zapatos nuevos, bajamos las escaleras otra vez con las lágrimas en los ojos, pero esta vez de ALEGRIA.

Al llegar a casa hice un escrito solicitando los derechos de reversión de la Iglesia, el Huerto del Cura y la Abadía, lo llevé en mano al Obispado, hablé con una persona que estaba en la Junta de Patrimonio, explicándole el tema y me dijo que  si había llevado el escrito, saldría en la primer Junta y lo hablarían con el Sr. Obispo. Esto fue el dia 22 de Enero del año 1992, a los pocos días me llamaron, D. José Ramírez, q. e .p. d., para que pasara a recoger el documento, seguidamente lo enviamos junto con la solicitud a la Confederación, y el día 2 de Diciembre del año 1992, el Presidente de la Confederación, D. Antonio Aragón Elizalde, firmó la primera reversión del núcleo urbano de Lanuza.  En este mismo mes, una empresa de Jaca, subió a tapar el hueco que se había hecho en el tejado, para que la nieve no profundizara más y se llevara también la bóveda.

Fueron las primeras 700.000 pesetas que invertimos en la Iglesia, que más adelante hubo  que deshacer para hacerlo todo nuevo, en escrito aparte adjunto la historia y reconstrucción de la Iglesia de Lanuza.

¡Ya habíamos entrado en el pueblo, Sr. Barrera!