Se le han terminado a Bolo las correrías por Lanuza, las escapadas, los sustos y disgustos que son el precio de la libertad. Este verano ha sido mucho más casero, le gustaba pasar las horas en cualquier ventana viendo desde arriba el movimiento de las calles sin arriesgar demasiado, o en el corral siguiendo los vuelos de las golondrinas, siesteando en el viejo sofá y desplegando sus artes de caza ante cualquier mosca. Ahora toca vida retirada.
Vida retirada es más tranquilo, pero puede y debe ser interesante. Saludo a usted.
ResponderEliminarLo bueno es poder combinar ambas cosas. La aventura y la placidez. El ejercicio y el descanso. Tiene mucha suerte Bolo.
ResponderEliminarBesos
Al leer tu frase "Ahora toca vida retirada" he recordado aquello de "Que descansada vida la del que vive lejos del mundanal ruido".
ResponderEliminarMe alegro que hayas vuelto a tu blog. Un besito.
MªAngeles.Alicante.
No creo que le dure mucho.
ResponderEliminarHola Angelines, ellos también se hacen mayores y las correrías las van dejando como nosotros:), ahora a descansar para cuando vayáis de nuevo a Lanuza.
ResponderEliminarBesos.
A juzgar por como luce en la foto y a pesar de las limitaciones, parece que Bolo sabrá gustar ciertos placeres, no ausentes, en su retiro. ¡Ay, "il dolce far niente"!
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