Sigo con el pincho ... hasta que corten la cuerda.
Tengo otro por si acaso.
Me siento como si se burlaran.
9/5/11
TODO EL GOZO EN UN POZO !!
Sigo con el pincho ... hasta que corten la cuerda.
Tengo otro por si acaso.
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Estas grandes operadoras juegan con nosotros.
ResponderEliminarHacen lo que les sale de.....
No me extraña que estés ¡HARTA!
Más que harta estoy ... desanimada !!
ResponderEliminarDecían que es más fácil divorciarse que cambiar de compañía de teléfono, y parece que tienen razón. Como ya está la cosa en manos de tu hijo, no digo nada, pero que pregunte en la oficina del consumidor, porque muchas de las cosas que hacen estas compañías son ilegales, entre ellas creo que alguna relacionada con la propiedad del nº. Comprendo esa sensación de impotencia, pero piensa que habéis enviado un paladín a luchar contra un dragón, ¡apuesto por San Jorge!.
ResponderEliminar¡¡¡Todo el gozo en un pozo...y el pozo sin agua!!!
ResponderEliminarIgual la encontramos a puro de paciencia ... dicen que volverán a llamar.
ResponderEliminarParece mentira que sucedan así las cosas.
Si siguen los problemas pondremos fijo el ADSL en Jaca (aunque no estemos) y aquí me apañaré con el router conviviendo con los gatos en el tejado !!
Cada vez que dices que escribes desde el tejado me acuerdo de "Mujercitas", la versión en la que sale Elizabeth Taylor, y te imagino con el gorro de escribir, como Jo, que también escribía en el desván.
ResponderEliminarAl final igual me tengo que subir a la chimenea con las golondrinas, que por cierto se han hecho un nido que parece una cesta.
ResponderEliminar¡Que bonita la película Mujercitas!
No te desanimes, tienes motivos para estar un poco “harta”, pero ya sabes que:
ResponderEliminar“No hay mal que cien años dure”
Cuenta una leyenda hindú, que cuando Dios mandó a la Tierra al hombre y a la mujer quiso entregarles la llave de la felicidad para que siguieran disfrutando.
Pensó en esconderla en el pico del monte Kilimanjaro, para que no la perdiesen.
Pensó en sumergirla en el fondo del mar, pero allí también la podrían encontrar.
Por fin decidió guardarla dentro de cada uno, para que todo el que se propusiera ser feliz, lo consiguiera...
Cada uno puede ser tan feliz como se proponga. Creemos que otros son más felices que nosotros y no vemos las cosas buenas que tenemos. Estamos acostumbrados a valorar lo ajeno y a pasar por alto lo nuestro. Tenemos que pensar que dentro de cada uno hay un gran poder y que nuestros pensamientos crean nuestro futuro. Sentirnos merecedores de la felicidad y luchar por conseguirla.
Esos "momentos" que nos hacen felices, pueden ser, estar con la familia, charlar con las amigas o comunicarnos con ellas por el ordenador, (aunque sea desde la chimenea, junto a las golondrinas) una buena película, un buen libro, una rica comida, un bonito paisaje, la buena música...Vamos a recordar que la llave de nuestra felicidad la guardamos en nuestro interior...¡¡Para que no la podamos perder!!
Desde luego que sí, Laura. Es muy bonito el cuento. Cada uno tenemos una llave ... Me ha encantado porque es verdaderamente esa llave la que nos abre la felicidad. Es un cuento precioso que no olvidaré.
ResponderEliminar¡Ay! Si yo te contará...Tendría que empezar por aplicarme el cuento a mi misma; me gusta leer sobre todas estas cosas, que te ayudan a aceptar todos los problemas que te llegan y a pesar de eso intentar ser lo más feliz posible. Pero francamente, por mucho que leo y me digo:”Que razón tienen”, el llevarlo a la práctica me resulta más difícil y no puedo evitar sentirme mal muchas veces. ¡Tendré que seguir buscando la llave y confiar en que con el tiempo la encontraré.
ResponderEliminarEn uno de los comentarios “perdidos” comentaba, que después de ver el que he dejado más arriba, parece que esté dando consejos, y que tenga la fórmula para encontrar la felicidad.
ResponderEliminarNada más lejos de la realidad, precisamente en esta época de mi vida, estoy leyendo mucho sobre todos estos temas, siempre me han gustado, pero ahora es una necesidad.
La teoría ya la tengo, pero lo difícil es llevarla a la práctica.
En fin, si la llave de la felicidad está en nuestro interior...seguiré buscando.
¡¡Con tiempo, tal vez consiga encontrarla!!
Laura seguiremos buscándola y si en algún momento la encontramos hay que guardarla muy bien para no perderla y tenerla a mano en sitio seguro para cogerla con solo cerrar los ojos.
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