Muchas veces

En el restaurante el Frondón

Esta tarde se ha marchado mi amiga Gema y la echo de menos, los días se han hecho cortos en su compañía compartiendo paseos, fotos, confidencias, jugando al Guiñote seriamente en el corral, mientras Bolo dormía en medio de la dos, poniendo paz,  porque nos jugábamos el café de la tarde ... y allí estábamos a la sombra, cuando pasó Karlos y se dio a conocer siendo una gran alegría, así se materializó una amistad que empezó con el blog y que ahora también se ha extendido a su familia, lo malo fue que, con la sorpresa, no pensamos en hacernos una foto de grupo, pero ya se repetirá el encuentro, seguro que sí, porque los amigos somos para reencontrarnos muchas veces.