Es una sensación de omnipotencia la que me embarga cuando salgo por cualquier camino. Ese silencio, sólo roto por mil cantos de pájaros ... el contraste del paisaje, el cielo nunca igual, unas nubes blanquísimas como merengues ... flores, muchas flores que nacen entre piedras y otras salen salpicando la hierba de colores ... He llegado hasta un ensanche donde hay aparatos para hacer flexiones y otros ejercicios físicos que está entre Sallent y Lanuza ... El sitio es muy bonito, los franceses suelen comer y tomar el sol al mismo tiempo, pero los aparatos ni los tocan ... yo tampoco !! Cerca está el embarcadero. Toda esta parte se llama Suscalar, en invierno cuando nieva y hace viento, el aire la amontona y por esta zona se acostumbran a formar cuniestras.
Que envidia me das, con esos paisajes tan hermosos, yo aqui si salgo tengo que tener cuidado de que no me atropellen...¡ como quisiera vivir en el campo ! pero para mi ya es imposible, todo quedo en los recuerdos. Un beso Martha.
ResponderEliminarLa capacidad de adaptación en los humanos es algo muy bueno. En el lugar donde nos encontramos somos felices con nuestras cosas. Seguro que tú estarás inmensamente contenta allí. También a mi me gustaría conocer tu tierra !!
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