Fue nuestra puerta para entrar en el pueblo. El primer edificio revertido. Se veía el cielo por los agujeros del tejado y las maderas del suelo parecían los restos de un barco naufragado. Ahora es nuestro orgullo y no voy a repetir lo que costó.
Bodas, bautizos, comuniones, misas de fiesta y celebraciones, de habitantes del pueblo y de fuera. Se ha conseguido volver a traer las Campanas, la Cruz, la Reliquia, varios objetos que guardaban algunas familias, tenemos otra vez las imágenes de Santa Quiteria y San Roque (Patrones de Lanuza). Cada una de estas cosas tiene su propia historia que todos sabemos por haberlas vivido, sufrido, escrito, repetido y no olvidado.
Nos faltaba el Cáliz, donado en 1557 por la Familia Lanuza, Justicias de Aragón. En el Obispado repetían una y otra vez, que no sabían el paradero... ¡¿?! ...Es de plata dorada, (nosotros decíamos de oro y plata). Bueno, al menos podemos visitarlo y verlo en el Museo Diocesano de la Catedral de Jaca. Ahora ya sabemos donde está desde el año pasado que lo abrieron tras la restauración... !!!
hostia hostia con el clero, igual tenemos ha hacer como con las campanas.Les mandamos una copa de las que tenemos para el guiñote y que nos devuelvan el COPON.
ResponderEliminarYa me gustaría saber quien eres, guiñotero. No sería mal cambio el que dices, pero algo difícil. Para hacer la foto del cáliz hubo que hacer espionaje secreto, así que imagina lo guardado que está todo allí... Pero al menos, eso, está guardado y lo podemos ver.
ResponderEliminar