En la foto tenía alrededor de un año. Cuando se murió, el año pasado, tenía 15. A los tres meses lo trajo Javi a casa y era todo patas. Fue creciendo al mismo tiempo que recorría caminos, subía montañas, "esquiaba" con el lomo, corría con él, aullaba cuando se metía Javi en el agua... Llegó a ser grande y fuerte. Su padre era de Alaska mismo y su madre había ganado un concurso de guapa, así es que su pedigree no podía ser mejor para que resultara un campeón de algo, pero si hubiera ganado un premio, sería el de soltar pelos para hacer colchones. Me gustaba cepillarle la cola, que parecía una palmera. Era realmente guapo. Cuando se hizo mayor, empezaron a fallarle las patas y esa causa fue su final. Lo tenemos en Las Cotatiechas, un campo nuestro, aquí en Lanuza. Casi lo veo desde la ventana. Su nombre era Remo, sonaba corto y claro para que atendiera bien, pero es que además, Remo y su hermano gemelo, Rómulo, según la leyenda de la fundación de Roma, se amamantaron de una loba. Los Alaskan-Malamuten son perros de la nieve, aptos para arrastrar carga en trineos, y en sus orígenes, los cruzaban con lobos para que fueran mas fuertes. De ahí su nombre.
Está guapísimo, así dormido, me recuerda mucho a los míos, que son huskys siberianos, primos de los Alaska. Y lo de soltar pelos me resulta familiar, cuando Nuka muda el pelo parece que ha nevado. Y también echo de menos a los dos que ya no están, Amarok y Ariel, su hija. Nació en casa y de cachorro dormía la siesta en mis brazos; fue la única que corrió tras las pelotas, los otros dos pensaban que éramos nosotros quienes debíamos recogerlas, que para eso las habíamos tirado antes.
ResponderEliminarSon muy inteligentes, orgullosos e independientes... ¡Daría cualquier cosa por poder tenerlo, echado debajo de la mesa, encima de mis piés, que es lo que mas le gustaba!
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