Esta tarde, en la terraza de La Casueña, hemos estado un poco de despedida, disfrutando del sol, unos cafés y la compañía. Nos vamos quedando menos, pero volverán. El rato ha sido delicioso, como son los momentos que sabemos llegan a su fin, bien aprovechados. Esto es como estar a turnos, poco a poco se van unos, luego otros, mas tarde los últimos... y de pronto... llega el invierno con la nieve, el esquí, la locura del deporte blanco que llena nuestros valles de vida. La temporada de esquí dura de diciembre hasta abril, cuando termina, empezamos a volver, otra vez, unos antes, otros después... como las ovejas cuando subían de la Tierra Baja... también somos transhumantes!!! La nieve y nosotros, nos conocemos tan bien que... nos queremos muy poco.
Aquí tambien hace tiempo otoñal, creo que eso influye en que hoy me sienta un poco triste.
ResponderEliminarLlueve, gota a gota
cortina de dolor que me angustia el alma.
Cesa el sollozo del cielo,
Pero el llanto de mi pena, no se calma.
¡Que hermosa poesía! ¿De quien es? Con que poco dice muchísimo, dice un mundo, es preciosa.
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