Me pasa siempre lo mismo, cuando subimos a Lanuza ya me quedaría. Falta menos. En la entrada del pueblo está el lavadero, hace años se puso el tejado y ahora han empezado la rehabilitación del interior. Ese es el próximo trabajo que harán, como todo, a vecinal. Dando la vuelta por el Troniecho he pasado por delante de la casa de Pepa y después, desde el Hotel le he mandado saludos a la Foratata que, como una reina domina su territorio... mientras Calcetas y Nana jugaban con una pelota corriendo y ladrando a sus anchas. Por detrás de la Escuela, largo todo lo que es, estaba Sol, durmiendo con el calor de su tocayo y ni menos que le ha importado mi presencia por allí, su olfato le ha dicho que soy vieja amiga. Al llegar a la fuente, he podido comprobar que ya salen las margaritas y brotan los rosales en el bación. El agua cantaba su eterna canción, indiferente a quien la pueda escuchar.
Foto de la izquierda la casa de Pepa y Rafaél - A la derecha el lavadero.
Foto de la izquierda la casa de Pepa y Rafaél - A la derecha el lavadero.
¡Que ilusión ver la foto de casa!
ResponderEliminarCuando estuve hace unos días estaba el pantano completamente helado y ahora parece que ya es primavera.
Que majo están dejando el lavadero. Nos lo enseñaron Eugenio y Ramoné, que estaban trabajando. Vaya pareja! no paran quietos ni un segundo.
Por cierto, a ti y a mi nos tocó inundación el año pasado. Este le ha tocado a Eugenio. Espero que vaya arreglando todo. Yo, por si acaso, no recojo mis trastes de pintora.
No sabía que a Eugenio le ha tocado "chapurquiar".
ResponderEliminarAyer estaba Fernando con la maquineta limpiando por el lavadero. Es una maravilla verlos con tanta ilusión. Ramoné es el que empuja !!