En el año 1848, el obispo don Pedro Lucas Asensio, cuando caminaba como romero por la parte mas alta y desnuda de la Peña Oroel, sufrió una gran tormenta y como agradecimiento por salir sin daños, quiso dar las gracias al cielo; ayudado por algunos familiares y un carpintero, cortaron los maderos en el mismo monte y colocaron la Cruz en el mismo sitio donde había otra muy vieja. "En el Portillón de Oroel / hay una Cruz de madera / para rezarle una Salve / a la Virgen de la Cueva"
La actual es una copia de hierro, de dimensiones colosales, que fue colocada por los miembros de la Escuela Militar de Alta Montaña.
Tengo la sensación de que el tiempo se escapa entre mis dedos como arena fina, no puedo retenerlo en su forma de deslizarse silenciosamente... Por la noche me propongo hacer un montón de cosas el día siguiente pero cuando me doy cuenta se me ha vuelto a deslizar entre los dedos esa arena que es el tiempo.
ResponderEliminarPor fin llueve en Madrid, y la lluvia ha limpiado la atmósfera de la contaminación que sufrimos en días pasados. Las 4 torres del Paseo de la Castellana, que veía desde mi terraza como entre bruma, se ven a estas horas preciosas e iluminadas. La lluvia cae suavemente, me gusta esta lluvia plácida y tranquila, sin prisa por llegar al suelo
Seguro que haces montones de cosas que no les das importancia, pero las haces, no las que te has planificado ... otras más importantes. Mira la lluvia fina y suave si es beneficiosa y dices que no se nota cuando llega al suelo.
ResponderEliminarComo me gustan estos trozos del alma,como sabéis plasmar el sentimiento, me gusta tanto que vuelvo a sentir esa "sensación de eternidad" de la que tantas veces he hablado y no se explicar. Solo se que cuando siento eso, se que esta vida es un soplo y hay algo mucho más intenso.
ResponderEliminarEsa "sensación de eternidad" es tan fuerte como la impotencia de entenderlo y mucho menos explicarlo, pero te comprendemos muy bien y lo compartimos.
ResponderEliminar