Juntos los dos hemos vuelto andando, desde la Residencia Santa Orosia, para dar un paseo antes de volver a casa y gozando de los rayos del sol, viendo a la gente disfrutar de este ambiente cálido y luminoso. La nieve y el hielo han dejado encharcados los rincones más sombríos y el agua irá penetrando hasta las raíces de las plantas acariciándolas suavemente, avisándoles de que estamos ya en la última etapa del invierno. Seguro que volverá a nevar y helar muchas veces, pero las raíces en su oscuridad adivinan la llegada de la primavera y lentamente se preparan para recibirla, explotando de golpe cuando ya esté aquí.
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