Allí está altiva, desafiante y resistiendo. Tenían el teléfono publico, así que era una casa muy visitada, además está en la plaza, muy céntrica. Casa Capira, casa Portolés, casa Aneta y casa Duque formaban uno de los carasoles mas concurridos de Lanuza, en invierno las mujeres hacían labores mientras charlaban bien abrigadas y protegidas del cierzo entre las cuatro paredes. La señora Oliva iba a llamar a la puerta cuando había aviso de conferencia, al señor Gerónimo lo recuerdo con mucho cariño, cada vez que encontraba a Javi (tenía dos años) le daba una peseta y él corría por encima de las piedras sin caerse cuando lo veía, yo creo que le daba la moneda para verlo correr !!
Que recuerdos...aún veo a mi madre entre ellas
ResponderEliminarhaciendo sus labores.
Yo creo que había unos cuantos sitios buenos de reuniones invernales. El rincón de casa Aneta, la puerta de Matías el sastre, de la Abadía, la de Cayetano ... A mi me gustaba subir a la era, desde allí veía todo y duraba más rato el sol.
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