Mi pensamiento ha estado todo el día con los jacetanos y su fiesta grande: STA. OROSIA. Este año, no he podido o querido estar en las Fiestas, pero he recordado tantas cosas... Cuando yo era muy jovencita durante todo el año, cuando salíamos a dar una vuelta, los padres nos decían: “A las diez en casa” y por supuesto lo hacíamos siempre, a veces con un poco de retraso, pero nunca más de las diez y media. Los únicos días que podíamos salir “después de cenar”, como decíamos entonces, eran los días de las Fiestas. Había bailes en los dos Casinos que todavía existen en Jaca y nuestros padres nos dejaban quedar hasta que terminaba el baile, entre las tres o las cuatro de la mañana. Estrenábamos algún vestido, que nos hacían nuestras madres, alguna modista o incluso las que aprendimos a coser, nosotras mismas. Tenemos que recordar que no existía el “pret a porter” y lo que si había, eran muchas tiendas de telas. Cuando llegábamos a casa, muchas madres nos esperaban despiertas y comentábamos, entre risas, como lo habíamos pasado, e incluso, los chicos con los que habíamos bailado, porque las chicas siempre esperábamos a que ellos nos invitaran. Tal vez a los que hayáis pasado vuestra juventud en ciudades más grandes, esto os resulte un poco “pueblerino”, pero yo tengo tan buenísimos recuerdos, éramos tan inocentes y tan felices con tan poca cosa, que yo no querría haber vivido mi juventud en otro lugar que no fuera Jaca, ni en ninguna otra época que no fuera aquella. ¡¡VAYA, QUE HOY ME HA SALIDO LA VENA NOSTÁLGICA!!
Laura, quellos años de "a las diez en casa" fueron inolvidables y, es cierto, sólo en fiestas se nos permitía estirar un poco el horario, pero era para todos igual, así que nos conformábamos porque toda la pandilla tenía padres que estaban también por allí. En los casinos se hacían unos bailes animadísimos, para San Pedro, que entonces era fiesta, no había quien andara por la calle Mayor porque acudían de todos los pueblos... Como ha cambiado todo!!
Pues yo voy a llamar ahora mismo a mi padre porque con 16 años también tenía que llegar a casa a las 10 y se supone que tendría que haber llegado mucho más tarde que vosotras, así que quiero una explicación. Lo que hacíamos casi todas era aprovechar que en verano nos dejaban llegar media hora más tarde para ir ampliando el horario cara al invierno (más el cuarto de hora de "libre disposición"). Y cuando queríamos llegar un poco más tarde buscábamos el bar con más gente y más ruido de toda la zona para llamar desde allí y poder dejar el recado sin escuchar la respuesta "¡Hay mucho barullo, no oigo nada de lo que me dices. Llego a las..., un beso!", colgabas y listo, tú ya habías cumplido.
Mi pensamiento ha estado todo el día con los jacetanos y su fiesta grande: STA. OROSIA.
ResponderEliminarEste año, no he podido o querido estar en las Fiestas, pero he recordado tantas cosas...
Cuando yo era muy jovencita durante todo el año, cuando salíamos a dar una vuelta, los padres nos decían: “A las diez en casa” y por supuesto lo hacíamos siempre, a veces con un poco de retraso, pero nunca más de las diez y media.
Los únicos días que podíamos salir “después de cenar”, como decíamos entonces, eran los días de las Fiestas. Había bailes en los dos Casinos que todavía existen en Jaca y nuestros padres nos dejaban quedar hasta que terminaba el baile, entre las tres o las cuatro de la mañana. Estrenábamos algún vestido, que nos hacían nuestras madres, alguna modista o incluso las que aprendimos a coser, nosotras mismas. Tenemos que recordar que no existía el “pret a porter” y lo que si había, eran muchas tiendas de telas.
Cuando llegábamos a casa, muchas madres nos esperaban despiertas y comentábamos, entre risas, como lo habíamos pasado, e incluso, los chicos con los que habíamos bailado, porque las chicas siempre esperábamos a que ellos nos invitaran.
Tal vez a los que hayáis pasado vuestra juventud en ciudades más grandes, esto os resulte un poco “pueblerino”, pero yo tengo tan buenísimos recuerdos, éramos tan inocentes y tan felices con tan poca cosa, que yo no querría haber vivido mi juventud en otro lugar que no fuera Jaca, ni en ninguna otra época que no fuera aquella.
¡¡VAYA, QUE HOY ME HA SALIDO LA VENA NOSTÁLGICA!!
Laura, quellos años de "a las diez en casa" fueron inolvidables y, es cierto, sólo en fiestas se nos permitía estirar un poco el horario, pero era para todos igual, así que nos conformábamos porque toda la pandilla tenía padres que estaban también por allí. En los casinos se hacían unos bailes animadísimos, para San Pedro, que entonces era fiesta, no había quien andara por la calle Mayor porque acudían de todos los pueblos... Como ha cambiado todo!!
ResponderEliminarPues yo voy a llamar ahora mismo a mi padre porque con 16 años también tenía que llegar a casa a las 10 y se supone que tendría que haber llegado mucho más tarde que vosotras, así que quiero una explicación. Lo que hacíamos casi todas era aprovechar que en verano nos dejaban llegar media hora más tarde para ir ampliando el horario cara al invierno (más el cuarto de hora de "libre disposición"). Y cuando queríamos llegar un poco más tarde buscábamos el bar con más gente y más ruido de toda la zona para llamar desde allí y poder dejar el recado sin escuchar la respuesta "¡Hay mucho barullo, no oigo nada de lo que me dices. Llego a las..., un beso!", colgabas y listo, tú ya habías cumplido.
ResponderEliminarParece ser que eso de "a las diez" se sigue diciendo, yo también lo decía pero debía de hacer mucho aire porque no lo entendían bien ... !!
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