El día dos, para comer, puse un mantel que hice en la ya nombrada Edad de Piedra para el ajuar de novia ... !! Entonces mi madre en los cumpleaños me regalaba toallas, sábanas, manteles ... y la verdad es que no me hacían ni pizca de gracia, más tarde he reconocido su buen juicio. En los ratos libres yo me bordaba parte de esa ropa y, cuando la veo, me doy cuenta de que veía perfectamente cada hilo de la tela sin ningún esfuerzo. Ahora con gafas casi no coso un botón. Me gustaba mucho la aguja y mi distracción favorita en las tardes de invierno, al cerrar la escuela, era juntarnos al lado de la estufa y compartir labores, risas y café. El piso de la maestra era el lugar de reunión de los pocos jóvenes que había y allí intercambiábamos confidencias, mientras la gatita "Gaturriona" jugaba con los ovillos.
Es verdad que en nuestra época, el ajuar era algo que nuestras madres y abuela tenían muy presente. Sí que venía bien, pero en la práctica no hacía falta tal cantidad de sábanas y mantelerías, con el consiguiente esfuerzo económico, que era importante entonces. La mayoría de sábanas con puntillas (que hacía mi abuela) y con bordados y las mantelerías igual. Yo, después de casi 42 años, aún tengo sábanas y toallas por estrenar, todo con mis iniciales bordadas y....salvo las toallas, todo de plancha. Ahí está el fallo...que las ganas de planchar a mí ya se me están pasando y a veces se me han pasado ya!! A pesar de todo, estoy muy orgullosa de tenerlo y espero vivir lo suficiente para usar todo lo nuevo.
ResponderEliminarEl blog cada vez se ve mejor,el cambio que has hecho del tipo de letra lo mejora muchisimo y el color también.
ResponderEliminarBuen cambio de look, me gusta. Un saludo.
ResponderEliminarMe alegro Felipe. Ahora que he puesto al blog aseado y con ropa limpia espero que no me falle algo por ahí, a ver si dura.
ResponderEliminarCanela y Lavanda, al final conseguiremos lo que buscamos.
ResponderEliminarMªJosefa, me acuerdo de tu abuela y lo bien que guisaba, también de la tía. La pliega era algo sagrado entonces y ya lo contamos como algo pasado y es que, para empezar ... es imposible acertar la medida de las camas porque hay muchos tamaños y formas. Aquella ropa que con tanto esfuerzo nos guardaban es realmente un orgullo y un recuerdo vivo de nuestras madres. Yo también tengo aún sin estrenar porque "me duelen"
ResponderEliminarCuando bajemos a Jaca tengo que hacer fotos de la pliega de la abuela Orosia, mudas sin estrenar porque ya cambiaron las modas ... eso si que son joyas !!