Seguimos ... Julio - 1976

He pegado otro salto, es como pasar un río, de vez en cuando hay que dejar correr el agua y cruzar ... "sin mojarme". No lo reescribo todo ... quedan muchos recuerdos en el cajón, no porque no se puedan contar sino porque no puedo, necesito saltarlos, pero eso no rompe la esencia de dos vidas en común unidas siempre hasta con el pensamiento. Quienes nos conocen lo saben. Es mi homenaje a un hombre bueno que supo ser líder sin presunción, excelente compañero y amante esposo. Tengo que gritar a los cuatro vientos que mi suerte fue haberlo tenido a mi lado 39 años (38 de casados) y de eso doy gracias a Dios  porque sé que sigue  conmigo y yo con él.

Seguimos ...

1-Julio-1976 (Jueves)

"Así va pasando el tiempo arrastrando con él parte de nuestras vidas, confundiendo en una espesa niebla los sueños con las realidades, las tristezas con las alegrías ... Todo se va pasando dejando una estela de amargura o ilusión que son como el ungüento que refuerza la corteza o piel de nuestra alma haciéndola más fuerte, más resistente y más dura para guardar muy protegida la sensibilidad.

Silvia está en Jaca con sus abuelos pasando allí las fiestas. El día de San Pedro, bajamos a comer el abuelo, el niño, Marcos y yo (la abuela estaba enfriada). Yo me volvía loca con ella y a su vez sólo quería estar con "mamina", pero cuando le preguntábamos que si quería subir a Lanuza decía: Mañana!!. Sigue tan mala comedora, delgaducha pero fuerte y traviesa. Javier está durmiendo la siesta, duerme muy mal el bandido, está rarete y sólo quiere estar conmigo, me tengo que esconder. Me lo como a besos y se ríe como un chucho. Marcos, siempre con su sonrisa, él no cambia nunca, es mi apoyo y mi vida, es todo mi mundo.

Las vacas están en el puerto, menos tres. Han parido dos cabras, cuatro cabritos. Están libres como los sarrios por estas montañas, para cogerlas les dan sal de vez en cuando y ellas acuden cuando las llaman.

Les he preparado a Marcos y al abuelo un tazón de leche con azúcar quemada y miel, estamos todos enfriados.

Ha dimitido Don Carlos Arias Navarro. Marcos está escuchando Radio París para ver que dicen.

Tengo una sola preocupación. Papá está enfermo de corazón. Cuando pienso en ellos me hundo en la tristeza y me siento mejor cuando la niña les hace compañía.

2-Julio-1976 (Viernes)

Una cosa que ya nos cansa a todos son las tormentas que todas las tardes caen, no dejan recoger la hierba que tanta falta hace en el invierno. Se seca por la mañana y se moja por la tarde. Son las 10 de la noche, el niño duerme, Marcos y sus padres se están tomando un ponche para "quemar" el catarro y de vez en cuando él viene a hacerme cosquillas ... me tengo que reír medio a escondidas para que los abuelos no nos miren como si fuéramos dos críos enredando. Están en la tv con el "Un, dos, tres".
3-Julio-1976 (Sábado)
He puesto un aviso de conferencia a casa para ver qué hacen, he intentado hablar hoy pero no he podido, el teléfono no funcionaba, así que si mañana "marcha" hablaré con ellos. No he dicho nada  porque no comprenden que sólo quiera oírles. No digo nada y así todos contentos. A Marcos sí y también le cojo dinero de su cartera para comprarme medias y ...  se ríe el tonto.
Comienza una nueva serie en tv "Palmarés". Javier está durmiendo, es un solete
Sigue lloviendo, que hartera.
Ha salido el nuevo presidente: Don Alfonso ... (no recuerdo los apellidos)
Tengo sueño, los abuelos ya duermen, está cantando Masiel ... Silvia también dormirá !
4-Julio-1976 (Domingo)
Son las 12´37 de la mañana, termino de hablar con Silvia y mis padres, esta alegría que llena mi alma es inexplicable. Le he dicho a mamá que en esta semana bajaríamos a buscar a la niña pero ella me ha  contestado que la deje un poco más, que como ha refrescado come mejor. Javi es matador, no quiere más que andar. He hecho canalones para comer. Hoy soy feliz.
5-Julio-1976 (Lunes)
Esta tarde he ido a coger fresas, tronando y lloviendo, para bajárselas mañana a Silvia. Estaba todo oscuro, el cielo y las montañas, el lugar era desconocido para mi pero he sido feliz arrodillándome por la hierba mojada, calando mis pantalones, la ballena rota del paraguas se enganchaba en mi pelo ... pero he cogido fresas!