Foto de Internet. |
Con el frío ha habido que discurrir la manera de calentarse mejor. Antiguamente no había calefacción en las casas, en las cocinas se estaba calientes como cucos, pero salir de allí era helarse, sobre todo por las habitaciones, aunque las camas estaban bien montadas con dos colchones de lana, mantas y colchonetas ... entrar en ellas era un acto de valentía si no se habían calentado previamente.
Yo tengo muy buenos recuerdos de cuando era pequeña, mi madre ponía una cesta con un plato de porcelana lleno de brasas y así se calentaba la cama que era un placer, pero si no hacía verdadera falta no quería porque yo le socarraba las sábanas !!
Había unos calentadores en las casas que eran como una sartén grande cerrada y con un mango largo, dentro estaban las brasas. También las tumbillas, un artilugio parecido a una banqueta, en vez de asiento, colgaba un baserito. Después estaban los calentadores cerrados para poder introducir agua caliente, lo que también dio lugar a aquellas botellas de metal que tanto gusto daba poner los pies en ellas. Las bolsas de goma, que a veces nos han hecho rabiar cuando se pasaban y mojaban el colchón. Las mantas eléctricas, un gran invento. Con la calefacción por toda la casa ya no es necesario nada de todo esto, pero no está tan lejano aquel tiempo en que defenderse del frío era cuestión de supervivencia en nuestras montañas.
Cuanto tiempo sin verlo...de pequeño lo vi utilizar..una pasada..un beso desde Murcia..seguimos...
ResponderEliminarHola Trimbo!!!!! Bien buenos que eran esos calentadores de cama!!!! Ahora con todos los adelantos que tenemos no hacen falta... pero donde esté lo de antes que se quite lo de ahora!!!! De pequeña tampoco teníamos calefacción en casa pero nunca pasamos frío... cómo han cambiado los tiempos!!!! No sé si estos son mejor!!! Muchos besos cariñosos!!!!
ResponderEliminarIgual antes había menos problemas de insomnios. Ir a la cama era estar bien cansados y encontrarla fresca; bien acurrucados sin estirar mucho los pies, caías al segundo.
EliminarPues no es ninguna tontería, que estos días hemos tenido la calefacción estropeada y a punto estuve de calentarle la cama al peque a base de bolsas de agua caliente.
ResponderEliminarYo, ahora, prefiero no comer antes que pasar frío.
EliminarY los ladrillos en el horno ¿ qué?
EliminarAy la virgen!
ResponderEliminarEste artefacto lo tenía mi bisabuela...lo tengo que buscar en el desván!!!
Amiga me encanta esta foto!
Un fuerte abrazo cielo!
Estos calientacamas son una reliquia.
EliminarBesicos, Remei.
Ahora hay unos eléctricos que los cargas dos minutos y después, sin cables, los metes en la cama y van aumentando el calor. Mucha gente los lleva al fútbol por lo poco que ocupan. Los llaman tortillas.
ResponderEliminarQue buen invento, me informaré inmediatamente, me ha gustado, gracias Luis.
EliminarUff, vaya reliquia, alta tecnología de la época. Y sin gastar electricidad.
ResponderEliminarXurde, tenies que gastar carbón, que era la energía de la época.
ResponderEliminarEl carbón !! Que calor más bueno.
Eliminar