La calle.

Cuando decimos a los niños:
-¡Vamos a la calle!
Se les pasa todos los berrinches.
Así me ha pasado a mi hoy.
En el corto trayecto que tengo hasta la Catedral he visto un mundo.

Primero he comprobado que la rosa estaba bien al lado de la Virgen del Pilar y después he sentido alegría y nostalgia a la vez porque los bancos del jardín de Madio Pañuelo ya estaban ocupados por los abuelos que, como los soldados, parecen siempre los mismos ... pero NO. Igual que la llegada de las golondrinas, también ellas anuncian buen tiempo, pero tampoco vuelven todas aunque lo parezca.

Las flores en la floristería el Cisne, preparadas para lucir en ventanas y balcones ...
Como final, cuando ya volvía a casa, me encuentro que se estaba preparando el desfile de las Fuerzas Armadas. La Compañía de Esquiadores tenían un decorado perfecto, el pólen de los chopos caía de manera abundante, como si nevara.

(Fotos con el móvil)