A una mujer casada le diagnosticaron una grave enfermedad. Quiso que le pintaran su retrato para que la recordara su marido. El cuadro quedó perfecto pero ella pidió que le pintaran en sus dedos un anillo de diamantes, en su cuello un collar de perlas y en su cabeza una diadema de piedras preciosas.
El pintor, intrigado, preguntó por qué quería añadir esas joyas.
Ella le respondió:
-Para que, la que se case con mi marido, se vuelva loca buscándolas!
El pintor, intrigado, preguntó por qué quería añadir esas joyas.
Ella le respondió:
-Para que, la que se case con mi marido, se vuelva loca buscándolas!
Te has comido una palabrota.
ResponderEliminarLo he resumido todo lo que he podido pero es muy bueno. Gracias Luis.
ResponderEliminarWiedziała co robi :-). Pozdrawiam.
ResponderEliminarElla sabía lo que estaba haciendo :-). Tuyo.
Ya lo creo que sí !!
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