Dando el primer paso.

Esta mañana he bajado a nadar, como casi todos los días, un rato. Desde que la rodilla la tengo vaga, cojo el autobús para ir. Para volver lo hago por las escaleras que suben desde la Pista de Hielo, son 120 peldaños ... ojo !! Jaca está en una meseta y para entrar hay que subir. Recuerdo cuando hace más o menos treinta años las subía y bajaba varias veces al día. Mis hijos aprendían a patinar, patinaje artístico y partidos de hokey, diferentes horarios ... baja, sube, baja, sube ... "El Valle de los Caídos" llamaban en broma a la Pista de Hielo, desde la cafetería los veíamos entrenar y sus culetazos nos dolían más que a ellos. La verdad es que han pasado muchos años, ahora miro las escaleras, los 120 peldaños, y necesito mucha fuerza de voluntad para no esperar al autobús. Una vez arriba me invade la misma satisfacción que a un alpinista llegar a la cumbre de su montaña.

Pasando por delante de "mi" supermercado, me he acordado de la cama a la intemperie de ayer, al ver a un chico pidiendo en la puerta. Hemos hablado un poco, yo no quiero romper su intimidad, pero a partir de hoy he decidido saltar fronteras: húngaro, sin trabajo, durmiendo en un cajero y sus padres no saben nada.  He dado el primer paso, el "buenos días" con la moneda no es suficiente. Mañana sigo.