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| Plátanos en Las Palmas. Marcos y el cuidador de la finca. Año 1973 |
La semana pasada, mi hija recibió un regalo precioso y original. Era una bandeja, muy bonita por sí sola, llena de frutas de todas las clases. Tan coloreada como un ramo de flores pero ... para comer. Me dio unos plátanos de Canarias exquisitos, tan buenos son que me han recordado nuestro viaje de novios a Las Palmas. De lo primero que hicimos al llegar fue visitar los plataneros y llevarnos al hotel una buena cantidad. Antes fuimos a comprar la máquina de fotos, regateando como nos habían avisado y siendo una cosa que a Marcos se le daba muy bien, la conseguimos a buen precio (o eso nos pareció). Foto va, foto viene ... nos trajimos las "islas afortunadas" en un montón de carretes.
El cultivo del plátano empezó en el Sudeste de Asia, entre India y Malasia; en el siglo V pasó de Madagascar a África y, en el siguiente siglo, se extendió por las costas del Mediterráneo. Desde Guinea Ecuatorial pasó a Canarias y después, desde allí, se introdujo en América con los viajes de colonización.
Sus propiedades son numerosas: es el alimento más completo, bajo en calorías, alto poder saciante, complemento nutricional ideal, muy energético, beneficioso para la flora intestinal, perfecto para las embarazadas, muy bueno para la piel, previene el envejecimiento y ... está muy rico !!
Muy buenos los plátanos de Canarias...Sé que lleva mucho trabajo su cultivo... Abrazos
ResponderEliminarTú lo sabes mejor que nadie porque tienes la suerte de haber nacido allí, eso si que es suerte !!
ResponderEliminarTrimbolera, me gusta tus entradas estan llenas de cultura.
ResponderEliminarBuena semana.
besicos
Gracias Valentina, tú que me lees con cariño. Qué tal tu nieto?
EliminarRiquisímos los platos de Canarias, me apunto lo del envejecimento por si las moscas, un platano al día...por lo menos, como decía aquél anuncio de la tele.
ResponderEliminarBesicos desde Jaén.
Yo si que procuro comer uno al día en ese momento que el gusano está más pesado, tengo calambres y el potasio es bueno.
EliminarYo hace unos años, le regalé una cesta de frutas a una amiga por Navidad y era preciosa... Resultó una combinación de color y sabor extraordinaria. Me alegro que tu hija haya tenido un regalo así...
ResponderEliminarUn beso desde http://yoadoroviajar.blogspot.com
Trini
Yo, sinceramente, no lo sabía, pero encuentro que es un detalle precioso porque las flores se marchitan y las frutas no.
EliminarYo estuve en Las Palmas unos seis meses; de soldadito con una emisora militar a mi cargo, los meses previos a la evacuación de Sidi Ifni, los últimos 20 días me los pasé viajando con un coche alquilado por toda la isla, yo conducía, el sargento que venía a relevarme del Sahara era de complemento y vino con un cabo y tres soldados, así que estos últimos se quedaban trabajando y el pagaba el alquiler del coche y las comidas si las hacíamos fuera del cuartel (yo no tenía dinero) a cambio yo conducía, el no tenía ni siquiera carnet. Nos lo pasamos de maravilla, y en cierta ocasión viajando por la isla nos encontramos con un agricultor que estaba cortando plátanos, para su traslado a la Península, le pedimos permiso para llevarnos un par de ellos cada uno y nos dijo que cogiéramos los que quisiéramos. Los tuvimos que tirar, no se podían ni pelar era casi como madera, ya que según nos comentaron posteriormente los cogían así, para que fueran madurando en el viaje.
ResponderEliminarEso también nos lo dijeron entonces, que los cogen verdes, pero los que nos llevamos al hotel eran como mantequilla.
EliminarTus historias son de verdad la mar de graciosas y te imagino en aquellos tiempos recorriendo la isla.
Nuestro viaje de novios fué a Sta. Cruz de Tenerife. Por supuesto fuimos a visitar las plantaciones de plátanos. ¡¡¡eso si que son plátanos!!! Eran pequeñitos pero su sabor no lo hemos olvidado. ¡¡¡Nada que ver con los que compramos en la península!!!
ResponderEliminarPor supuesto nosotros también fuimos de compras. La cámara la llevabamos pero allí compramos el objetivo (además de no-se-cuantísimas cosas más).El regateo lo hicimos pero dice Rafa que no consiguió mucho. Volvió con su objetivo que es lo que quería.
¿¿¿Qué me dices del paso de aduana que había que hacer después de las compras??? ¿¿¿y de los setos de coleo y resto de preciosas plantas por todas partes???
¡¡¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS...!!!
Un abrazo desde EL TERRAO.
¡¡¡QUE TIEMPOS AQUELLOS!!!
EliminarSí, si, eran pequeños y amarillos ... aún me parece verlos encima de la mesa de la habitación. Que risa, para pasar la aduana me compré un bolso blaco un poco más grande para llevar allí los relojes para los abuelos, unos prismáticos y no sé cuantas chorradas, porque nos dijeron que los bolsos de mano no los miraban, y asi fue.
Recuerdo que, como dos pardillos, fuimos a la pesca del tiburón y casi nos morimos de lo mucho que nos mareamos. Fuimos en un avión viejo a Lanzarote, el presupuesto no nos dio para visitar más islas, siempre dijimos que volveríamos ... !!
Me has hecho olerlos, tocarlos, verlos con sus puntitos negros claro ¡son de Canarias! y saborearlos. ¡Qué ricos!
ResponderEliminarBesos ^^
Y muy pequeños, riquísimos.
EliminarTe acuerdas del anuncio...Intentare hacerlo es la única fruta que no me gusta.
ResponderEliminarUn beso.
Trimbo són excelentes:))
ResponderEliminarUn regalo perfecto!
Requieren muchos cuidados. Una alternativa?
Un abrazo