Mi paseico

Pasando por la calle Mayor, en el escaparate de la mercería Cavero, una de las tiendas más antiguas de Jaca, me ha llamado la atención este Papá Nöel incansable, subiendo y bajando las escaleras sin parar. En este comercio compré el cochecito de niños hace 38 años y sigue colgado en el trastero... de recuerdo, es de terciopelo rojo-granate-marrón y pronto negro.

Hoy he cogido la avenida de san Indalecio y he bajado hasta Membrilleras con un sol que picaba bien, molestaba el gorro y la bufanda. Existe hace muchos años "La Hermandad del Voto de San Indalecio", a la que pertenecemos porque, al poco tiempo de bajar de Lanuza en una romería de las cruces en San Juan de la Peña, Marcos reconoció a la de Lanuza y desde entonces quiso llevarla él mismo, al día siguiente se hizo socio. 

La avenida bien soleada.

Hace unos años que hicieron esta escalera, antes era un camino con un barranco. Cuando mis hijos eran pequeños, bajábamos en verano para bañarnos en el río Gas. A la derecha queda ...

... el parque de Membrilleras. Antes de construir la urbanización eran unos hermosos campos con árboles frutales y recuerdo a su dueño, ya mayor, con que ilusión iba todos los días.

Las escaleras, y mi paseo, terminan debajo del monasterio de las Benedictinas.
Esta cruz la han puesto hace poco, tiene en su base tallado un peregrino. Está muy bien porque antes era una inútil jardinera, vacía o con hierbajos, y siguen las mejoras porque están en obras.

Hoy mi paseo casi ha sido sofocante, lo extraño es que son las 2´15 del mediodía y el termómetro marca 11º, a veces asalta la duda de si estará estropeado porque hoy la sensación es de más calor. El sol es nuestro mejor calefactor pero en donde no llegan sus rayos hay hielo.