 |
| Atrás se ha quedado la paz y la naturaleza que domina el amplo espacio que rodea Lanuza, todo el Valle de Tena. Atrás se han quedado los bosques de colores que abrigan a las montañas, dejando que sólo sus cabezas duras y grises las cubran las nubes. Atrás se ha quedado mi mundo bien guardado. |
 |
| Al llegar a Jaca, me reencuentro con las necesarias obras, las calles animadas, los ruidos inevitables ... Pero no pasa nada porque no me molestan. Hay lugares preciosos que rodean la ciudad e incluso dentro de ella donde la paz y la tranquilidad están garantizadas y esos son los míos. Todo tiene un término medio. |
Pues mira con tu conformidad y tu niña cerca todo va ha ir de perlas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya lo creo que sí, Laura.
EliminarYa va sola unos pasitos !!
La primera foto es maravillosa... cómo me gustan esas casas de piedras.
ResponderEliminarAhora sabrás organizarte otros paseos y vivirás cosas lindas también.
Un abrazote.
Claro que sí Mirella, la adaptación al medio es esencial, sobre todo cuando en los dos lugares tengo parte de mi vida. Besicos.
EliminarQue lindo!
ResponderEliminarEstas casas de pedra são pura magia, parece contos de fadas.
Amei tudo querida amiga, beijinhos no coração.
Piedra, madera, pizarra, esos son los principales materiales de las casas de montaña y así se siguen construyendo. Besicos.
EliminarMe quedo por supuesto con la de Lanuza, pero la de la Ciudadela está preciosa.
ResponderEliminarClaro que te adaptas, y más estando con Lucía.
Un Beso desde la otra punta.
Ay, Lucía ya da sus primeros pasitos. Pobrina hoy llevaba una moradura junto al ojo, se ha caído en la guardería, me ha dado una penica !!
EliminarPreciosa la foto de la Ciudadela de Jaca que has puesto en la cabecera del blog
ResponderEliminarLa he hecho esta mañana, Laura.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Trimbolera , la verdad es que tienes razón , ya que todo tiene un termino medio , y yo digo...¿ En que lugar de España , no estan haciendo obras todos los días de año , eh ? muy bonita tu entrada , y sobre todo la foto de las montañas con la espesa niebla , ahora que la de la ciudad de Jaca , también es muy bonita , por lo que veo tu también le has dado un cambio de Look al blog , se ve más moderno , muy bien hecho Trimbolera , me gusta mucho como te a qudado , te deseo una feliz semana , besos de Flor .
EliminarPD ; Tú me darias tu permiso , para coger la foto para uno de mis relatos de terror , eso si pondria que la foto es tuya claro , si no quisieses lo entenderia vale , si es que si me lo dices en un comentario en mi blog vale y gracias por todo , besitos preciosa.
Ahora mismo iré a tu blog y tienes mi permiso y mi alegría también, Flor.
EliminarAngelines muy bonita la cabecera. y de obras que me vas a decir ami las tengo en mi fachada!!!!!!!!
ResponderEliminarPues ésta está en la misma puerta de casa, así que el taladro lo escucho bien.
EliminarEl término medio en todo, es lo ideal.
ResponderEliminarBesos
Pues claro, no hay más remedio que buscarlo y encontrarlo.
Eliminar“No procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida, la más inesperada travesía”
ResponderEliminar_León el Africano_ (Amin Maalouf)
Travesía que a veces cortan las obras plantadas en medio de la acera, obligando a pisar la peligrosa calzada por la que circula algo inesperado a más de lo permitido por los límites legales. Antes de bajar el pie de la acera, yo creo que hasta León el Africano sentiría añoranza del oasis que dejó atrás y tendría fuertes tentaciones de buscar sucedáneos en este nuevo lugar bullicioso e impredecible, a base de escapadas a los pulmones verdes del lugar, recorriendo el extrarradio... Una intuye que, ya antes de abandonar el oasis, sabedor de lo inmediato de la partida, llevaría unos días inquieto mirando a lo alto. Un día, a la torre de la mezquita que se recortaba a cierta distancia iluminada por las luces del final de Ramadán _¡Qué alegría verla así!, pues hace mucho que esto ya no sucedía_; otro día, a la luna llena; el último de todos ellos, al humo de esa hoguera postrera que encendieron junto a la jaima y, por su puesto, no se iría de allí sin antes fijar una mirada en el monte de cima puntiaguda más representativo, queriendo registrarlo todo en la memoria tal y como si su piel fuera el mapa en el que dibujar esta curiosa cartografía.
Pero, León el Africano que, en el fondo se sabe nómada, alguien que va de paso, tiene claro que él no es una palmera, y por eso sus ojos se elevaban los días anteriores y siguen elevándose hoy también, al posarse en las nieblas de los montes que rodean a esta urbe en la que ahora se encuentra. Hace tiempo que viene intuyendo, pues por evidente que sea, a veces cuesta asimilarlo, que, en vez de raíces, lo que tiene al final del tronco son dos piernas. Su mundo se construye a cada paso y no hay tierra capaz de chantajearle con hundirle en el fango a cambio de nutrirle. Él es capaz de buscar el alimento por su cuenta y, ahí donde comparte el pan, el espacio que le rodea, por árido que resulte, se transforma de alguna manera en un vergel.
Jolines, que bonito Ana. Me encanta de que forma tan preciosa nos cuentas tantas cosas. Tus niños no saben la suerte que tienen, o ... sí lo saben!?
EliminarTu tienes esos dos lugares que son toda tu vida y en ellos vas repartiendo el tiempo. Ahora tienes a Lucía más cerca para disfrutar con ella.
ResponderEliminarLa foto de cabecera es preciosa..
Un beso.
Lucía es la sal de mi vida, esta tarde hemos estado jugando y se agarraba a mis piernas porque ya empieza a dar sus primeros pasitos. La foto la he hecho esta mañana, Laura.
Eliminar