Moquero. Mi abuela Pabla no le daba otro nombre al pañuelo de bolsillo porque "pañuelo" era para ella inequívocamente el de cabeza o el ropero. El que servía para lo que bien dice su nombre, era el moquero que siempre llevaba en el bolsillo, junto a la pocha: bolseta que se ataba a la cintura y en la que cabía todo lo imprescindible, principalmente una navajeta para pelar alguna manzana reineta ... me encantaba cuando revolvía y siempre sacaba una sorpresa: una nuez, una avellana, una peladilla ... Ahora, es difícil encontrar bolsillos en las prendas de vestir, pero yo no me rindo, mis pantalones tienen que llevarlos. Hace poco se empezaron a usar los pañuelos de papel y bienvenidos sean, los de tela, que hay verdaderas preciosidades, sólo los tengo para el recuerdo y por un "si acaso", que éste si que es un saco grande donde cabe todo. Guardo con especial cariño todos los de Marcos y de mi madre, que nunca quisieron otros. En la foto, el de la izquierda es de casa Tomasé, de seda y muy antiguo; el siguiente lo tenía mi padre entre sus recuerdos, de seda también; a continuación, guardo el que Marcos usó para la boda, le bordé sus iniciales; también tengo en el estuche el que usamos para las arras. Los demás son más bonitos pero no tan entrañables. El mundo es un pañuelo, o mejor, el pañuelo es un mundo.
Pues en tu caso es verdad eso que dices de que cada pañuelo es un mundo.
ResponderEliminarLa de cosas que hay que a simple vista no tienen mucha importancia pero que esconden historias dignas de recordar..... o no!!!.
Y otras que no sabemos, que no nos han contado, pero que están allí.
EliminarEl moquero ha perdido importancia en favor de los de papel y es una pena. Pero en esta sociedad de corre corre era lo lógico. Nadie quiere ya lavar y menos aún planchar. Y el papel es cómodo. Pero donde esté un precioso pañuelo de seda, con las iniciales bordadas..eso es algo irreemplazable. Me encanta que guardes esos pequeños recuerdos con cariño. Un beso y un abrazo enorme
ResponderEliminarLos guardo con cariño porque son un recuerdo, pero los de papel son un gran invento porque era impensable llevar un pañuelo sin planchar, a que si!?
EliminarNosottros somos de los del papel, porque con niños, uno de tela no te dura ni cinco minutos sin tocar suelo. Un abrazo
ResponderEliminarYa pueden quedar los de papel, es una gran comodidad y mucho más higiénicos, se tiran y se acabó.
EliminarCuantos recuerdos y momentos entrañables encierra cada uno...ahora todo es desechable...pero el amor verdadero...eso nunca será desechable!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Dios te bendiga.
Ahora casi todo es de usar y tirar pero nos facilita la vida. El amor siempre lo guardamos, María Nancy.
EliminarQue lindos Angelines, yo también tengo una buena colección. Besos.
ResponderEliminarSon un bonito recuerdo de las cosas que eran imprescindibles y que entonces no podíamos imaginar lo rápidamente que se quedaron en las cajas.
EliminarHola, tu bolseta es como el mandil o delantal de otras zonas. También en ellos cabía de casi todo... Útiles y pequeñas sorpresas salían de aquellos espacios.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
No, no, el dalantal también tenía sus bolsillos, pero "la pocha" era una bolsa pequeña que las abuelas llevaban bajo el dalantal, atada a la cintura, algo como las riñoneras de ahora, pero de tela.
EliminarAquí en el pueblo mí abuela también la usaba se llama flandriquera o faldiquera tiene más nombres. Besos.
Eliminarcuanta ilusion , experanzas , lagrimas y suspiros encerrados en un trozo de tela precioso ...
ResponderEliminarSobre todo lágrimas, Toño.
EliminarEs cierto que los pañuelos de papel son mucho más higiénicos y cómodos, pero para mi cuando estoy acatarrada y se me pone la nariz como un tomate, no hay nada como los pañuelos de caballero y cuanto más viejos y mas grandes mejor. Así que como casi todas guardo algunos bordados y con puntillas, de recuerdo, porque nunca los uso, porque los que de verdad le gustan a mi nariz son los viejos.
ResponderEliminarQue razón tienes, sobretodo cuando se pone colorada.
EliminarLa primera prenda que lavé y planche fue un pañuelo. Cuando sangré en más de una ocasión cubrió mi herida un pañuelo salido del cajón de la ropa blanca de mi abuela. Eran pañuelos de ida sin vuelta, bálsamos de tela, retazos de consuelo. Aún conservo con cariño el último de ellos. Un pañuelo secó mis manos en aquella escuela rural de mis comienzos profesionales donde la administración severa del director dictaba el uso exclusivo y único de un papel por persona para secárselas y es que mis manos ya eran grandes para seguir la norma. Me gusta llevar uno en el bolso y, hasta hace bien poco, siempre uno en el bolsillo. Nunca viajo sin llevar alguno.
ResponderEliminarYo también guardo los pañuelos bordados de mi madre, que ya no se entera mucho y siempre le doy de papel, pero es verdad que produce cierta nostalgia. Eres entrañable!!! Un abrazo trimbolera
ResponderEliminarUtilizo klineex (de papel) los otros los tengo guardados en un cajón, de vez en cuando los lavo, plancho, y vuelvo a guardar, y así hasta que Dios quiera.
ResponderEliminarBesos, buena tarde de domingo
Mi abuela también decía moquero. He dejado de utilizar de papel y he vuelto al de tela que es más suave y más bonito. pero tengo un problema casi no los encuentro cuando quiero comprar porque me dicen que ya no se venden. Una pena
ResponderEliminarBesos y feliz tarde de domingo aunque el ambiente sea tristón.
Muy entrañable todo, me encanta que yo también los guardo, ya sabes eres mi referencia
ResponderEliminarNombre muy correcto el que daba tu abuela
ResponderEliminarQue recuerdos tan bonitos. Cuando éramos pequeñas solíamos poner unas gotas de colonia en esos pañuelos tan preciosos.
ResponderEliminarMªAngeles.Alicante.
Cuantas cosas nos haces recordar Angelines con tus entradas...Para mí forman parte de la despedida de mi madre al salir de casa. Era requisito imprescindible llevar un pañuelo al salir a la escuela, a misa, etc. lo mismo servían de monedero, de entretenimiento, que te salvaban de algún apurillo. Ahora lo hago yo, siempre le recuerdo a mi hijo si lleva pañuelos en la mochila, aunque claro ya son de papel. Como casi siempre, no puedo menos que sonreír cuando te leo, pero por la cantidad de recuerdos agradables que evocas. Ya le puedes bordar uno a tuniña
ResponderEliminarQUE BUENA IDEA. LE BORDARÉ UNO A LUCÍA Y LO VOY A HACER YA.
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