Pino de Navidad

Delante de mi casa han adornado un hermoso pino que tienen en su jardín la familia Esteban y que yo disfrutaré desde mi ventana. Está la ciudad llena de luces, colores ... no hace falta salir de casa para ver, por la noche, los reflejos alegres e incluso se escuchan villancios por la megafonía. El ambiente navideño lo envuelve todo y , en mi angustia, muchas veces me siento acorralada como un gato, sentimiento que domino pero que me hace sufrir.

El pino ya luce su gran estatura con esa capa de luces que bailan brillando sin cesar.
La teoría más aceptada es que el origen del Árbol de Navidad está en los celtas, pero yo pienso que antes que ellos hubo otras formas de adoración o agradecimiento a la Naturaleza. El hombre es religioso y quiere exteriorizar esos sentimientos. Necesitamos mirar al cielo. Los celtas celebraban el nacimiento del rey Frey, rey del Sol, y la fertilidad, adornando un árbol al que llamaban Divino Idrasil, Árbol del Universo, en su copa se hallaba el cielo y en las raíces profundas el infierno. Entre 680 y 754, San Bonifacio, evangelizador de Alemania le dio sentido cristiano, cortó con un hacha un roble que representaba a Odín y plantó un pino que, por ser de hoja perenne, simboliza el amor de Dios.