" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)

23/2/14

Domingo

Altar mayor.
Hoy domingo. Ha salido un día soleado aunque frío. Hace unos años íbamos a misa de doce a la catedral los cuatro amigos, siempre ocupábamos el mismo banco. Al llegar saludábamos a los vecinos y conocidos echando de menos a quien faltaba. Compartíamos sonrisas y deseos de paz ... Al salir, nos íbamos los cuatro a tomar unos calamares, era el aperitivo del domingo. 
El corte que dio la vida fue como una guillotina.
Mientras vivimos en la rutina no apreciamos lo que tenemos.
Primero, Marcos dejó de darme su beso de paz para siempre y aún no consigo superar eso porque me ahogo dentro de la catedral.
El amigo sobrevive en una silla de ruedas inconsciente de su enfermedad.
Muchos de los conocidos con los que nos saludábamos ya no están.
Hay que aceptar estos cambios, estas roturas, pero no siempre se consigue.
La vida sigue su camino, como un río, pero las piedras se quedan en las orillas.

3 comentarios:

  1. Bien te comprendo Angelines, nos van dejando la familia, los amigos , los vecinos y también nosotros dejaremos un hondo hueco cuando partamos a nuestro destino definitivo.
    Así es la vida, pero lo que queda, seamos felices.
    Un abrazo
    Sor.Cecilia

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  2. Mi querida amiga trimbolera: Después de leer esa reflexión, me quedo en silencio y pienso que es el precio de seguir viv@s, ya que al continuar la ruta de cada día vamos a encontrar espacios vacios que duelen, queman y estrangulan el oxígeno. Mi querida amiga, es duro y lo que nos ayuda a encender el fuelle, es el recuerdo de tanto...
    Un besiño grande para ti y para Bolo.
    Rosa María Milleiro

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  3. Tienes razón, como siempre, cuando vivimos las cosas nos parecen muchas veces rutina, y hasta nos resultan una pesadez. Es al dejar de tenerlas, aunque sea por un tiempo, cuando las añoramos y nos parecen lo mejor del mundo.

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GRACIAS POR TU TIEMPO.