Mi paseico.

Una delicia de día, una gozada de sol, una hermosura de camino siempre presidido por la Señora.

La peña Oroel siempre presente.

Hermosa mata de lirios.

Collarada también asoma como un manto protector.

Estirando los ojos hasta Collarada por el verde Valle del Aragón.

Parece un pulpo.

Huertas de Jaca.

He llegado a tiempo de comprar pan, mi debilidad, la ensalada de tomate no tendría gracia si no pudiera untar. Tengo camarero. Sólo está  esperando a que me siente a comer,  después se va y ni pide ni molesta, no le importa mi comida, él se come la suya tan feliz, cuando le doy algún capricho es sólo por la noche y eso me lo recuerda sin falta, parece que tiene un reloj con alarma.