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| Lanuza |
Estamos en agosto y se nota. Me gusta ver las calles con gente haciendo fotos, interesándose por nuestra historia. Marcos hablaba con ellos, les enseñaba la iglesia, les contaba todo con pelos y señales y muchas veces terminaban en nuestra bodega. Le echo mucho de menos, llenaba las calles con su presencia y siempre escuchaba su voz. Hizo amigos, que ahora son míos, porque recuerdan el énfasis que ponía cuando hablaba de su pueblo. No esperaba a que lo llamaran, era él el iba al encuentro con su manojo de llaves. Nos reíamos después cuando muchas veces lo confundían con el cura ... claro, la rehabilitación de la iglesia fue su mayor orgullo y siempre decía:
- A ver en qué pueblo hacen lo que nosotros, trabajar dos años a vecinal todos los fines de semana y poner 500.000 ptas cada familia.
¡Hala, cuánta gente!
ResponderEliminarLo que dices de Marcos, calcado. Así nos pasó a nosotras tres y, antes, a dos de las tres. Lo que no sabía era que le confundían con el cura.
A veces no damos pie con bola. Son cosas que pasan...
http://elcuartopoder.com.mx/confunden-a-sacerdote-con-terrorista-lo-bajan-de-un-avion-en-cancun/
En fin, seguro que si hubiera ocurrido al revés no se hubieran enterado. Como decía mi abuela "cosas que parecen bolsas y vueltas del revés bolsas otra vez"
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