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| Bolo |
Tenía una papelera en la que iba echando los papeles pero tuve que cambiar de cubo porque Bolo se divertía sacándolos, así que puse una con tape. Le ha costado poco encontrar la forma de irlos sacando ... el faraón cuando se aburre puede ser muy imaginativo ... Ayer subimos al veterinario para cortarle las uñas porque ya peligraban. Meterlo en el transportín tiene que ser a lo traidor pues si se esconde ya no sale, sabe que eso significa algo malo para él, pero es que además lo llevo dentro de una bolsa de Ikea, para que no vea nada. El veterinario dice que le subo un regalo. Menos mal que en un momento le cortan los cuchillos, lo desparasitan y lo revisan ... no dejan que se "estrese" porque cuando se da cuenta ya sopla dentro del transportín otra vez ... Son unos artistas los veterinarios de la clínica "Huellas" porque Bolo es muy difícil de gobernar, no es manso, ni se deja engañar ... qué tíoooo !!!
No tengo gato pero siempre he oído que nunca rompen nada, no habré escuchado bien jeje Un abrazo
ResponderEliminarSegún la leyenda, los egipcios rechazaban las peticiones apremiantes de los griegos para comerciar con los gatos, a los que veneraban como a dioses. Los griegos decidieron entonces robar los gatos. Cogieron al menos seis parejas y las llevaron a Grecia. Algunos meses después nacieron las primeras camadas, y algunos años después, los criadores pudieron vender gatos a los Romanos, a los Galos y a los Celtas. La especie se extendió poco a poco por todos los países mediterráneos. En Grecia, antes de la llegada del gato, la garduña, la comadreja y la mofeta se ocupaban de desratizar y proteger las cosechas. La acogida del gato fue más bien moderada. Aunque no los adoraban como los egipcios, los griegos adoptaron al animal, reconociendo su don como cazador, pero reconociendo también que era más agradable para la convivencia, ya que era más bonito, refinado, dócil y limpio que las mofetas y las garduñas. El gato era en principio un juguete, un regalo caro traído de Egipto para ofrecerlo a las cortesanas.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo! No conocía toda la historia, y me recuerda mucho a Ricky, mi gato persa!
EliminarUn tío duro Bolo; jajaja besicos.
ResponderEliminarBolo, es muy lindo. Besos.
ResponderEliminarHola Trimbolera , la verdad es que los gatos no son tontos , son muy astutos... Jjajajajaja , es un bicito de mascota , pero por lo menos te hace mucha compañia , verdad ? te deseo una feliz tarde , besos de Flor.
ResponderEliminarYa se le ve a él que es de carácter. Menudo estiramiento que hace enganchado al cubo, aburrirse no se aburre.
ResponderEliminarMªAngeles.Alicante.
Bolo y sus historias, podrías recopilarlas y hacer cuentos cortos.
ResponderEliminarTiene una gran personalidad. Mi mascota es una caniche, y a esta raza no se le cae el pelo, por lo que hay que llevarlo a la peluquería cada mes y medio como máximo. Pues le tiene horror, y lo sabe, escondiéndose, y negándose a andar desde trescientos metros de distancia.
ResponderEliminarJaja, tiene personalidad.
ResponderEliminarBesos, buena semana, Angelines.
Qué majo!! Pues prueba a ponerle un gato de esos que venden en bazares que mueven una pata! Igual te da suerte y además no se acerca!
ResponderEliminarNUNCA ROMPE NADA, ES COMO UNA PLUMA, PERO REVUELVE TODO Y LE ENCANTA SACAR PAPELES PARA ECHARSE ENCIMA.
ResponderEliminarQue compañían dan los animales, yo tengo mi perrita Linda.Bsss
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