Con el canto de los pájaros me he levantado para escobar o barrer el corral. El silencio que hace de fondo al continuo rumor de la fuente y el fresco increíble de estas horas de la mañana ... es la felicidad. Los rosales dejan caer sus pétalos como una lluvia y el suelo parece una alfombra del Corpus. Bolo se ha ido a la calle de un salto, como un preso al que le han indultado, sin embargo vuelve rápidamente, sus escapadas son mínimas y cuando sube corriendo por la escalera, con la cola de ardilla lo hace llamándome ... rrrmiauuu ... mimoso y se arrastra entre mis pies como diciendo ... he vuelto contigo ... y yo lo acaricio diciéndole lo guapo que es.
Pero que Poesía mas bonita, has escrito en tu relato.
ResponderEliminarEs precioso lo que nos dices.
Ya me gustaría vivirlo, algo ya imposible por mis limitaciones.
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manolo
Suscribo el comentario de Manolo, y añado que las horas matutinas cuando aun nadie ha pisado y el sol se está desperezando son las que mas me gustan. Un abrazo
ResponderEliminarEsta precioso el corral. Un beso.
ResponderEliminarQué felicidad vives y transmites, Angelines!! Abrazos
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ResponderEliminarBuenos días. Vaya montón de pétalos de rosa. Casi te habrá dado pena escobarlos;
Con lo bonito que tienes el corral, parecería que son un adorno más.
A ver si hoy tengo suerte porque hace tiempo que me es imposible comunicarme. Cuando doy a enviar me sale encima unas fotos de recetas de cocina y ya no se puede hacer nada. Un besito por si acaso.MªAngeles.Alicante.
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