Sentada en mi banco favorito del Paseo de la Cantera, veo a la hormiga subir y bajar por la pared siempre cargada. La vida en general no cambia, siglo tras siglo se repite, sin embargo cada historia en particular es lo que la hace única. Si hubiera podido seguir la trayectoria de esa miga de pan que termina en el hormiguero, seguro que sería sorprendente.
La naturaleza es grande en las cosas grandes, mas es grandísima en las cosas diminutas.
ResponderEliminar(Jacques Henri Bernardin de Saint-Pierre)
https://www.youtube.com/watch?v=jbNVjgS7HuU
Hemos visto el vídeo, Víctor y yo. Muy interesante, pero a él, un trozo del final, le ha gustado menos y nos lo hemos saltado. Ya sabes cual..... Besos Ana
EliminarLa Cigarra y la Hormiga.
ResponderEliminarLa interpretación más común de la popular fábula de Samaniego predica el trabajo, alaba la laboriosidad, la previsión y el ahorro de la hormiga y censura la holganza, la vaguería, la poca diligencia, la ociosidad y la imprevisión de la cigarra. En la lengua familiar se llama “hormiguitas” a las personas hacendosas y se dice que “se han pasado la vida alegremente, entre cantes y bailes” las que han vivido sin darle un palo al agua
Pero si la leemos la fábula con más detenimiento nos damos cuenta de que también la hormiga es censurada…
¿Por qué?....
www.vallenajerilla.com/berceo/antoninoperez/cigarrayhormiga.htm
Cada uno en esta vida hace la misión que le ha sido encomendada.
ResponderEliminarLa vida en si, es sorprendente. Besitos.
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