Que día tan feliz hemos pasado los cuatro. Es verdad que las cosas pequeñas, muchas veces son inmensamente grandes. Primero, callejeando por Lanuza, viendo la Iglesia, admirando nuestra gran obra de restauración, que nosotros a fuerza de verla todos los días ya... no la vemos y necesitamos de vez en cuando que alguien nos lo resalte. Después de comer, a la Frontera, donde hemos podido apreciar la gran cantidad de ovejas francesas que hay por sus valles, las casetas de pastores, donde elaboran muy buenos quesos. El día ha sido inmejorable, claramente se veían las montañas, los barrancos e incluso la nieve. A la vuelta, las vacas tensinas se asomaban por las lomas mas altas o rumiaban tranquilas echadas sobre la hierba o bajo los telesillas que ahora descansan esperando hasta que llegue la temporada de esquí. Ya en el embarcadero Suscalar, hemos tomado un refresco a la sombra mientras, relajados, charlábamos mirando "al mar" salpicado de barcas de todas las clases, de patines, de vela, de remos... Ha sido un día feliz. Gracias, amigos por subir a visitarnos.
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