Todos los veranos pasamos a Francia para comprar queso artesano. Somos clientes fijos de Ramoune. Está a la entrada de Larouns, pero viene de un pueblecito cercano, Arthez d´Asson. En este tiempo tienen el ganado en el Col d´Aubisque y allí están cuidándolo su marido, su hija y el yerno. Subir a la Frontera por lado español, siempre es disfrutar de hermosos paisajes abiertos, verdes praderas, grises peñones, transparentes aguas, tranquilas vacas y un sol que acaricia todo sin ningún pudor. Pasar al lado francés es admirar inmensos rebaños de ovejas y a la vez que baja la carretera, se va internando, curva tras curva, en un angosto cañón, cerrado por los bosques que a penas dejan pasar la luz solar. Son las dos caras de los Pirineos y en las que viven gentes con los mismos intereses, por lo que el término frontera ha sido muchas veces significado de intercambio y ayuda.
Muy bonito lo del intercambio y la ayuda, ¡pero dónde esté un buen queso!, en Asturias tenemos 40 quesos clasificados (puede que alguno más) y recuerdo un tipo de requesón que preparaba Alicia, una prima de mi abuela y era para morirse, al igual que el chorizo casero y la sidra. Hace tiempo que se deshizo de los animales y pasa casi todo el año en Benidorm, así que se acabó el chollo, pero no veas qué bollos preñaos preparaba mi abuela con aquellos chorizos....¡hummmmmm!
ResponderEliminarPues es que estás en el país de la leche. Antes de marchar, tambien aqui había mucha. A mi me gustaba mucho la nata que se formaba por encima. Y los bollos preñaos...¡Madre miaaaa!
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