Cuando éramos crios, en el Catecismo, aprendimos cuales eran las Virtudes Teologales: Fe, Esperanza y Caridad. Sin profundizar, las memorizamos entonces. Hoy he sentido su verdadero significado. En el Hospital de Barbastro estaban las tres juntas, allí nos estaban esperando, en la consulta.
Es la parte de atrás del Hospital, donde está la unidad de Oncología.
“Es bueno creer en nuestra religión Católica. Soluciona nuestras ansiedades, aquieta el entendimiento y llena de esperanza el corazón.”
ResponderEliminar¡Todo irá bien! Contáis con el cariño y apoyo de todos los que os queremos
Tienes razón, pero en este caso, encontramos todo eso en nuestra Oncóloga. Es la misma del Miguel Servet y la hemos seguido hasta Barbastro, su nuevo destino.
ResponderEliminarVuestro apoyo y cariño es imprescindible.
Todo junto es la mejor terapia.
Admiro profundamente a la gente que no cree, porque tiene que ser muy duro andar por la vida pensando que todo eso terminará, que la gente que quieres se esfumará sin más. Cuando murió mi madre me cerré en banda a la lógica, la razón y a cualquier cosa que contradiga mi fe absoluta en que tiene que haber algo más. Cuando nació mi hijo me reafirmé en mi cabezonería y aquí sigo instalada, sin intención de moverme ni un paso. Vivir el ahora es fundamental, pero tener un bastón ayuda.
ResponderEliminarYo también creo que ALGO hay. El sentimiento religioso, ha perdurado a través de los tiempos, en distintas manifestaciones según las culturas. Es un instinto que sigue en nuestros genes, como el de conservación.
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