En casi todas las casas está la sopera de fiesta. No podía faltar la sopa de fideos, con huevo duro, en una comida con invitados. Ahora... la tenemos de adorno y de recuerdo, en la mesa de la bodega, sobre dos toallas de la bisabuela Felisa que aún están unidas en una pieza y así, sin cortar, bordó su nombre.
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