Hoy es el cumpleaños de una buena amiga de mi madre. Cumplir ochenta es para celebrarlo mucho porque parece tener cincuenta, viéndole la cara. Ella siempre recordaba el de mi madre, aunque era mucho más mayor, no le faltaba la caja de bombones franceses que nos comíamos entre todos. Nunca se olvidó y eso me produce mucha emoción. Ahora también es mi amiga. ¡Felicidades !
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