BROTES

Esta tarde primaveral, el paseo ha sido más largo. Desde el Rompeolas, siguiendo por el camino de Santiago hemos llegado hasta el cementerio. Era una delicia caminar entre sol y sombra, por el lado izquierdo se levanta una alta pared en la que crecen recios arbustos y para el lado derecho, allá abajo las Llanas que, como su nombre indica, es la verde llanura que rodea al río Aragón. Desde el camino se aprecian las huertas o casas de campo, en los alrededores las ovejas, las palomas  volando en torno a los tejados ... se oyen los perros y los gallos ... El sol, inutilmente, intenta calentar el agua del río, se tiene que contentar con hacernos sudar a nosotros. Los brotes de algunas plantas ya asoman muy valientes, demasiado, porque cualquier día volverá el frío y el hielo descabezará, sin compasión, esas yemas que no han podido esperar.