Despertó la liebre ante los ruidos de la persecución, y no esperando más, emprendió su huída.
Mientras tanto el león, que no pudo dar alcance al ciervo, ya cansado, regresó a tomar la liebre y se encontró con que también había buscado su camino a salvo.
Entonces se dijo el león:
Si tienes en tus manos un pequeño beneficio, cuando busques uno mayor, no abandones el pequeño que ya tienes, hasta tanto no tengas realmente en tus manos el mayor.
Muy buena leccion...como dicen " Mas vale pajaro en mano que ciento volando " Un abrazo Martha.
ResponderEliminarHago mio el comentario de doña Martha Bernal Saludos
ResponderEliminarUn abrazo para Martha y para Fernando porque ese refrán es de un gran ingenio y veracidad, además muy antiguo y sabio.
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