Otro día intenso. Ayer después de comer bajamos a Jaca. Cada minuto del día fue entrañable, e incluso de la noche, porque después de cenar nos fuimos a dar una vuelta por la Ciudadela y había una luna ... imposible de describir, enorme, con tonos azules y rosas ... las farolas le hacían la competencia pero ella desde la altura dominaba todo el espacio, sólo unas cuanta nubes cortesanas le hacían compañía. No era de noche aún, la mezcla de luces daba un aspecto misterioso y una sensación de paz infinita.
Hizo calor. Se nota el cambio de clima entre Lanuza y Jaca, nos separan cincuenta Km y unos cuatrocientos metros de altura ... la diferencia es una chaqueta sí o no.
Por la carretera, en la zona de Notefíes, ha cruzado el tren. Ha sido la primera vez que se nos ha dado esa puntual coincidencia.
El día que estuve por allí hizo demasiado calor y no pudimos pasear por la Ciudadela, habrá que volver en otro momento. Besos
ResponderEliminar¡Claro que tenés que volver Chelo, en invierno te gustaría mucho!
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