Aquí está el Paraíso Terrenal. Los niños en la calle, con bancos para hacer sus comiditas, la fuente para jugar, beber y mojarse, las bicis, las pelotas, la merienda ... todo revuelto y todo envuelto por las miradas de las jóvenes abuelas. Escuchar a los niños por la calle es como oír a las golondrinas, trasmiten una alegría muy contagiosa. La paz y la tranquilidad la pone el lugar especial en el que tenemos la suerte de vivir. No hay que buscar lejos el Paraíso Terrenal, lo tenemos en la puerta, en Lanuza.
Lejos quedan aquellos primeros años en que la abuela Pepa decía que María Bailón vivía cerca del pantano, para que no bajara su nieto.
Lejos quedan aquellos primeros años en que la abuela Pepa decía que María Bailón vivía cerca del pantano, para que no bajara su nieto.
Pocos sentimientos existen tan buenos como el recordar y vivir en nuestra tierra, con sus gentes,sus costumbres,sus campos,sus calles su olor, pero mucha veces pasamos por alto la felicidad que estamos percibiendo cada día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que recuerdos de mi niñez, que fue muy feliz y creo que me marcaron para siempre. Aunque vivo en una gran ciudad, y vivo feliz, echo de menos aquellos años del pueblo, ese acercamiento entre vecinos, esas puertas abiertas, ese entablar conversación con cualquiera ya que nos conocíamos todos.
ResponderEliminarPero que le vamos a hacer, la vida da muchas vueltas, no me arrepiento de vivir en una gran ciudad, pero si hay cosas que se echan de menos.
Besos
¿Sabes una cosa Trimbolera? Ya considero a Lanuza como un viejo amigo, asomarme a tu blog y ver con el amor que hablas de él, y de las costumbres de sus gentes es apasionante.
ResponderEliminarManrique, que razón tienes, no apreciamos lo que tenemos ahora, cuando pasa el tiempo lo recordamos con nostalgia ... por eso me esfuerzo en mirar con más atención el momento, porque pasará sin remedio.
ResponderEliminarAlegría, el recuerdo del pueblo donde hemos nacido o vivido felices es algo que llevamos todos dentro, eso no se borra nunca y cuando te reencuentras (como nosotros ahora) lo apreciamos doblemente.
ResponderEliminarMarisa, amor es el que pones tú escribiendo de Asturias, unas veces paseamos por bosques, otras por monumentos o nos tomamos una sidra El Gaitero al mismo tiempo de que nos enteramos de sus dificultades.
ResponderEliminar(Gracias Paz por habernos dado el enlace del blog de Marisa)
Tanta envidia me da como hablas de Lanuza, que hoy entré con un programa a tu tierra, fué fantástico, me lo puso uno de mis nietos y le explique la historia de como están reconstruyendo el lugar. De lo que comentas de mi foto... es de hace 6 años...que mañosa verdad ? Un beso Martha.
ResponderEliminarMe alegro mucho Martha de que nos hayas hecho esa visita, ojalá hubiera podido darte un abrazo pero me conformo con mandártelo desde aquí.
ResponderEliminarAunque la foto es de hace seis años seguro que estarás igual de guapa, hay un refrán que dice: "El que tuvo, retuvo y guardó para la vejez"