Un pescador que también tocaba hábilmente la flauta, cogió juntas sus flautas y sus redes para ir al mar; y sentado en una roca saliente, púsose a tocar la flauta, esperando que los peces, atraídos por sus dulces sones, saltarían del agua para ir hacia él. Mas, cansado al cabo de su esfuerzo en vano, dejó la flauta a su lado, lanzó la red al agua y cogió buen número de peces. Viéndoles brincar en la orilla después de sacarlos de la red, exclamó el pescador flautista:
-¡Malditos animales: cuando tocaba la flauta no teníais ganas de bailar, y ahora que no lo hago parece que os dan cuerda!
No la conocía, pero me encanta esa manera de representar la afición que tenemos a llevar la contraria a todo.
ResponderEliminarMira que son viejas, repetidas, conocidas ... las fábulas de Esopo, pero siempre están de actualidad.
ResponderEliminarEs una fábula muy conocida en la antigüedad.
ResponderEliminarAristóteles consideraba la fábula como una figura retórica para conseguir convencer a los oyentes.
Incluso en el Evangelio, Mateo hace referencia a ella: “Os hemos tocado la flauta y no habéis bailado“; dice exactamente las mismas palabras.
No sé.....cuesta mucho creer que Jesús de Galilea estuviese al tanto de las fábulas griegas.
Esopo y sus fábulas, sabiduría siempre de actualidad como tu dices.
ResponderEliminarUn abrazo
Son sencillas de entender y a la vez demuestran el gran ingenio del autor.
ResponderEliminarJesús, se cree que viajó y conoció todas las culturas de su tiempo, las parábolas son parecidas a las fábulas ... bien podría ser !!