Esta tarde hemos dado un paseo hasta el huerto. Recordábamos cuando el abuelo Melchor pasaba allí las horas del día y a Marcos le hacía ilusión coger los mejores tomates, los más gordos. Durante los dos años que duró la reconstrucción de la iglesia de Lanuza por los propios vecinos en los fines de semana, Marcos cogía todas las fresas que podía para subirlas de postre en las comidas que hacían las mujeres al aire libre, porque la recuperación del pueblo empezó por la iglesia y todo lo demás eran ruinas. Ahora, del huerto queda una parte, en la otra han construido la Guardería Municipal y ya no está ni el abuelo ni Marcos, tampoco hay fresas ... sólo recuerdos !!
Tenía muchos mensajes en el correo y ahora que he podido leerlos todos, al borrarlos igual entran mejor los comentarios, posiblemente estaba saturado ... no sé !!
ResponderEliminarSabes que? voy a darte un poquito de trabajo, aun no estas como seguidora de mi blog nuevo, a que esperas para estar conmigo?. Hasta ahora.
ResponderEliminarSi están Angelines... están en tí, en los recuerdos de tantos años que Dios les permitió estar juntos, no se van del todo. Besos Martha.
ResponderEliminarSi, yo tambien que paso por ahí con los crios me acuerdo mucho del abuelo Melchor, aún puedo verlo trabajando en su huerto y entrando por el patio de casa con su cesta de super-tomates que eran los mejores y los mas grandes (los de nuestro huerto de Atarés, una caca al lado de los suyos!!) y tambien recuerdo su genio y desparpajo que gastaba con alguna de sus comparadoras habituales cuando se le quejaban de lo caros que los vendia..."Pues si le parecen caros, váyase a comprarlos a la tienda!!!" Era genial.....
ResponderEliminarUn besico: Pili
Buenos días Trimbolera!!! Ahhhhhhhhhhh!!!! reconozco dónde está hecha la foto!!!!
ResponderEliminarMujer, los recuerdos te acompañarán siempre pero ya verás que conforme pase el tiempo la sonrisa se volverá a dibujar en tu rostro. MUCHOS BESITOS MUY CARIÑOSOS DESDE CÁCERES.
En solo 2 ños?!?!?!?!!? Yo llevo ese tiempo haciendo una maqueta de la catedral de Jaca.. lo dejé porque no tenia tiempo y porque los materiales los compro en el Baul de Hilaria de Jaca en vacaciones :S Y eso que fui a por los planos al ovispado!!!
ResponderEliminarPor cierto, a mí también me suena ese lugar jeje
Cuando veo que falta un pedal de lo de gimnasia me dan ganas que buscar el de una bici de la basura y ponérselo jajajaj
Amiga,los recuerdos permanecen siempre....
ResponderEliminarRecibe,un abrazo muy especial.
Laura, ya me he vuelto a hacer seguidora, no había entrado en tu blog ... ni en ninguno otro. Ya iré cogiendo el ritmo cuando sea, sin prisas, chino chano ...!!
ResponderEliminarMartha, seguro que tú me comprendes muy bien.
ResponderEliminarPili, los tomates de Atarés son buénisimos ... a mí me lo vas a decir !!
ResponderEliminarEs verdad que el abuelo "genio y figura" trabajador como el primero, lo que se sacaba del huerto se lo guardaba para comprarles cosas a los nietos, a Javi una bici y a Silvia un violín.
Me ha dicho un pajarito que os váis de "luna de miel". Que lo paséis muy bien.
Liova, si has vivido en Jaca te tienes que acordar del abuelo, fueron muchos años sin salir de su huerto.
ResponderEliminarjmasinmas, ese es el lugar en donde el abuelo tenía parte del huerto y donde se pasó la vida desde que bajamos de Lanuza, hace poco aún se veían por las orillas pequeñas acelgas. Había un hermoso árbol en medio, construyeron la guardería y no lo tocaron, pero un buen día ya no estaba.
ResponderEliminarCarmen, los recuerdos permanecen siempre y allí están formando parte de nuestra vida, son los cimientos.
ResponderEliminarMientras estén en tu recuerdo estrán contigo y eso será siempre . Un abrazo muy muy fuerte
ResponderEliminarMe alegro Angelines hasta la noche.
ResponderEliminarAngelines, cuánto me alegro de ver tus entradas. Me meto poco ahora en el ordenador, pero a partir del 18 de octubre tendré más tiempo. No hay día que no me acuerde, sois un ejemplo para todos.
ResponderEliminarMuchos besicos, y como veo que estás en Jaca, te llamaré por teléfono. No quiero ser pesada.
Más besicos y ánimo, que Marcos estará a tu lado.
No te quepa duda.
Es verdad Chelo, será siempre. Un beso.
ResponderEliminarMontse, hoy estamos en Lanuza. Subimos y bajamos. En mi caso no eres pesada, ni tú ni nadie, me he sentido muy acompañada y agradezco infinitamente que me paren por la calle o me llamen, todo es porque le apreciaban a él y me lo dicen a mi, eso no me cansará nunca.
ResponderEliminarY yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
ResponderEliminary se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
Juan Ramón Jiménez
Y allí está también en el rincón de las flores, el pino que tú trasplantaste.
Junto a tus recuerdos…..Un abrazo
Laura, que bonita poesía. Es verdad, el pino está muy alto, era chiquitín cuando lo arranqué de raíz un día que Marcos estaba pescando en la presa y lo planté en el huerto ... como te acuerdas !?
ResponderEliminarDale un fuerte abrazo a Domingo por su hermoso comentario al que no pude responder pero no lo olvido. Un abrazo.
a falta de pan buenas son tortas. Tienes recuerdos bonitos y agradables, no los pierdas.
ResponderEliminarSí Luis, hoy lo decíamos con mi hija, cada paso que damos hay algo de él y todo bueno, los recuerdos son un tesoro.
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