Un perro metido en un pajar gruñía y ladraba impidiendo a los bueyes comerse la paja que había sido colocada para ellos.
– ¡Que egoísta perro!- Dijo un buey a sus compañeros -
-Él no come de esa paja, y todavía pretende que los que sí comemos, no lo hagamos.
Respeta siempre los derechos ajenos, para que así puedas exigir el respeto a los tuyos.
El perro del hortelano, ni come ni deja comer.
ResponderEliminarLuis que haces por aquí?
ResponderEliminarNo tenias que ingresar hoy en el hospital?
No ingreso el dia 23 miércoles y me operan el 24 jueves
ResponderEliminarEstaremos contigo, Luis.
ResponderEliminarDeseo que todo te vaya bien,Luis.Recibe un cordial saludo
ResponderEliminarLuis, da mucha alegría entrar en tu blog y comprobar como te quieren todos. Mañana por la mañana pondré una camelia de tu blog.
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